La jueza considera probado cometió irregularidades contables y adulteró las cuentas del Deportivo pero no ve delito por no haberse documentado el daño económico al club
13 jul 2018 . Actualizado a las 22:46 h.La jueza Margarita de Ron Cambón emitió ayer un auto en el que declara el sobreseimiento provisional de la causa abierta contra Lendoiro por supuestos delitos societarios cuando ejercía como presidente profesional del Deportivo entre los años 2007 y 2012. Al igual que había sucedido semanas atrás con el fiscal, la magistrada considera probado que Lendoiro cometió diferentes irregularidades contables durante su mandato, pero asegura que durante la instrucción no se ha podido cuantificar el daño económico causado al club, ni su enriquecimiento personal, por lo que no puede elevarse a la categoría de delito.
Así lo determina la titular del juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña en su auto: «De lo actuado durante esta extensa instrucción, resulta acreditado que los investigados incumplieron normas contables, si bien, tal y como señala nuestro más alto Tribunal, y así lo recoge el Ministerio Fiscal en su informe, no bastan para cumplir el primero de los requisitos que exige el artículo 290, del Código Penal, las meras contravenciones contables, sino que debe producirse una verdadera desfiguración de la situación económica real».
Cuentas irreales
Es más, la jueza admite que las cuentas de Lendoiro no reflejaban la imagen real de la sociedad: «Este requisito sí se entiende acreditado con la prueba practicada. Las cuentas no reflejaban una imagen fiel del patrimonio y los auditores ya habían hecho constar sus salvedades en los diferentes informes, salvedades que no eran corregidas». Pero esa falsedad que la magistrada considera probada no es suficiente para ser calificada de delito, pues ni el demandante ni el Deportivo como afectado, han cuantificado el daño causado a la sociedad y que los administradores concursales, en concreto, Francisco Prada, llegó a elevar hasta 25 o 30 millones de euros.
«Sin embargo, esta desfiguración o falsedad, debe ser, según jurisprudencia del Tribunal Supremo, de tal entidad que pueda causar un perjuicio económico y además un perjuicio cuantificable, mensurable dice el Tribunal Supremo. Ello implica, que se determine de manera clara y concreta el perjuicio económico y sobre todo, la persona o personas perjudicadas, y en esta causa, tras analizarse todos los informes obrantes en la misma, estos no determinan exactamente el perjuicio ocasionado o que hubiera podido ocasionarse con esa desfiguración contable a las partes acusadoras».
Asimismo, refleja el auto que no se ha podido demostrar el beneficio económico que pudieran haber aportado a Lendoiro estas irregularidades aun cuando, gracias a esa contabilidad que la propia jueza pone en entredicho, siguió cobrando durante años el 1 % del presupuesto anual que él mismo firmaba y que luego difería del ejecutado.
Daños desde antes del 2007
Por último, la jueza también considera probado que la conducta del expresidente pudo contribuir a agravar la situación del club desde el año 2007. Sin embargo, entiende que el momento en que se causó el mayor perjuicio al Deportivo fue anterior a la fecha en que se fija el inicio de la investigación, por lo que no puede enjuiciarse en este proceso. Y, del mismo modo, tras diferentes cambios legislativos, debe prevalecer siempre la Ley más favorable al investigado.
Por todo ello, determina que «de lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito o delitos que han dado motivo a la formación de la causa y han sido objeto de denuncia e investigación», por lo que decreta «el sobreseimiento provisional, procediéndose al archivo de estas actuaciones».
Este archivo de la causa iniciada en el año 2014 tras la denuncia de dos accionistas es provisional y las partes tienen ahora un plazo para pronunciarse al respecto y presentar los oportunos recursos antes de que el sobreseimiento sea definitivo o se pueda reabrir el caso. De momento, ni el Deportivo ni Borrajo han manifestado si continuarán adelante con el proceso.