La «Fabrilia» nació en la carretera

TORRE DE MARATHÓN

La excelente relación del plantel, clave en el gran rendimiento del filial del Dépor en un curso muy complicado

19 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Para llegar al quinto infierno, donde cantaré de nuevo». Diez horas de bus, cenar, dormir, desayunar, pasear, comer, dormir, saltar al campo, jugar, diez horas de bus... El Fabril volverá hoy a la carretera y rodará sobre asfalto conocido hasta que enlace, a la altura de Benavente, la versión española de la Ruta 66. Por la Autovía del Noroeste, que va de Arteixo a Moncloa con parada en la ciudad deportiva de Abegondo, han ido gastando pista los coruñeses, de arriba al centro y de vuelta. En autobús han viajado planes de victoria, partidas de pocha, bromas, charlas personales, breves análisis postpartido, lágrimas por una victoria que el colegiado no vio, y hasta una foto de familia. O de Fabrilia, como discurrió Uxío aquel día camino de San Sebastián de los Reyes, en el viaje que alumbró el término que da nombre a una gesta mayor. La de poder ascender después de ascender, pese a múltiples lesiones, repentinos cambios de entrenador, o el descenso del hermano mayor.

Camino del primer partido del año a domicilio, Uxío, Carlos López y Diego Caballo inician una charla en la escalera. Al fondo, el resto del plantel, que se distribuye por las mesas alrededor de móviles y barajas, va perdiendo unidades. Cada uno que visita el baño o va a la nevera a por agua no vuelve ya al final del bus. Pronto son más los que conversan en el descansillo que los que juegan en la parte de atrás. Cuando todos participan ya en el animado debate, alguien tira la foto y Uxío, el de las ocurrencias, le pone nombre al momento, a la temporada y al equipo. De Fabril, Fabrilia. Ya está.

«Eso hemos sido, en los buenos momentos ?como cuando se aseguró la promoción en Bouzas y la plantilla al completo salió en domingo a celebrarlo? y sobre todo en los malos ?como cuando el puesto de campeón se escapó en el Salto del Caballo, subido a un balón que entró?». Quique Fornos, que lleva cuatro años en el filial blanquiazul, no recuerda otro curso sin una sola multa, reflejo del compromiso general en un equipo dependiente formado por futbolistas de muy distinta edad y condición. En el que 17 jugadores han superado ya los 1.000 minutos pese a que varios han visto mermado su registro por lesión.

No hay semana sin mensaje en el grupo de whatsapp. Convocatorias para ir al cine, o de reunión para tomar unos pinchos, o felicitaciones a un portero por su probable presencia en el Mundial.

Hubo pico de actividad el pasado lunes durante el sorteo del que surgió el rival de la fase de ascenso. No había preferido, pero sí un adversario al que la mayoría quería evitar: el Cornellá y su campo de césped artificial. Tocó el Extremadura y hacia Almendralejo saldrá hoy el Fabril desde Abegondo a eso de las 12, justo después de entrenar. A bajar por la A6 subidos al autobús. En Fabrilia.