El espejo granota de Carmelo

TORRE DE MARATHÓN

El Levante que conformó el director técnico blanquiazul para ascender tenía gran experiencia en Segunda

10 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en la primavera del 2016 el Levante descendió a Segunda División, Quico Catalá puso en manos de Tito y de Carmelo del Pozo el futuro de la plantilla para afrontar el regreso. El primero, como director deportivo pero con un papel más de despacho; el segundo, como encargado para confeccionar un plantel competitivo con el que afrontar el ascenso. Y lo hizo con un grupo en el que el peso de los nuevos fue notable tanto en ese año del regreso, como la siguiente temporada, ya que varios siguieron formando parte de la columna vertebral. Ese modelo de diseño de plantilla liderado por el ahora director deportivo blanquiazul podría dar pistas de lo que puede ser el plan de cara a la confección del Dépor 2018-2019.

Entrenador

Un hombre de confianza con experiencia en Segunda. Juan Ramón López Muñiz fue el elegido por Carmelo del Pozo para dirigir el proyecto desde el banquillo. Su relación se fraguó en el cuerpo técnico de Juande Ramos, en donde Muñiz ejercía como segundo entrenador y Del Pozo como preparador físico. Pero no solo la amistad sirvió para que el técnico asturiano recalara en el Levante, su experiencia en Segunda División, en donde aparte de dirigir otros clubes había ascendido al Málaga, fue también determinante.

En su presentación, Carmelo ya anunció que le gusta Muñiz, pero aseguró que no está atado a él y que quiere conocer a Seedorf antes de proponer la terna de técnicos para la próxima temporada.

Nacionalidad

Solo un futbolista extranjero entre las incorporaciones Catorce jugadores firmó Carmelo del Pozo para el proyecto de Segunda División. Trece de ellos, españoles, y solo uno extranjero, el argentino Esteban Ariel Saveljich, que apenas disputó 9 encuentros de los cuales fue titular en solo dos. Entre esas incorporaciones está la de Roger y Jason, recuperados tras haber sido cedidos la temporada anterior. Ambos fueron piezas fundamentales en el ascenso.

Experiencia

Futbolistas jóvenes, pero con conocimiento de la categoría. Campaña, Roger, Jason, Postigo, Chema... La plantilla que confeccionó el ahora director deportivo blanquiazul contaba con futbolistas no excesivamente mayores pero que tenían sobrada experiencia en Segunda. También había algún veterano, como Natxo Insa, petición expresa del entrenador.

Filial

Pocas incorporaciones y sin minutos de un equipo sin tampoco mucha calidad. El pasado martes, durante el acto de presentación, Carmelo del Pozo recordó que él procedía de equipos como el Rayo y el Betis que mimaban sus canteras. Con eso quiso enfatizar el valor que él le daba al fútbol base y a contar con jugadores de la casa. Sin embargo, en el Levante que regresó a Primera apenas pudo echar mano de abajo, pues no había mimbres suficientes. No obstante, sí subió a algunos futbolistas aunque finalmente no dieron la talla y no jugaron.

Doble proyecto

Siete de los nuevos siguieron en Primera DivisiónSiempre ha tenido claro el nuevo director deportivo blanquiazul que las incorporaciones de futbolistas para el proyecto de Segunda División debe ser, en su mayoría, igualmente válidas en caso de ascenso. Así lo hizo en el Levante. En la campaña 2016-2017 firmó a Raúl Fernández, Oier, Campaña, Roger, Jason, Postigo y Chema, que acumularían muchos minutos una temporada después en la máxima categoría del fútbol nacional. No obstante, también supo echar mano de algún especialista concreto para la categoría de plata como Natxo Insa.

Continuidad

Seis futbolistas firmaron el viaje a Segunda, el regreso a Primera y la permanencia. Del enorme bloque de futbolistas que descendieron en el ejercicio 2015-2016, el Levante se deshizo de la mayoría de los jugadores. Once se quedaron, con diferente protagonismo. Pero seis de esos, llegarían más allá, pues siguieron la temporada siguiente. Toño, Lerma, Morales, Pedro López, Medjani e Iván López tuvieron dispar protagonismo esta temporada pero todos participaron en el éxito de la permanencia.

Salarios

Contratos renegociados para mantener algunos pesos pesados. Los clubes que bajan de Primera a Segunda suelen disponer de un presupuesto mayor y, por tanto, un tope salarial superior al resto de rivales. Eso les permite hacer alguna apuesta en sus plantillas para tratar de mantener jugadores o realizar incorporaciones. El Levante lo hizo, principalmente, con Lerma y Morales. Dado que Carmelo del Pozo quería que ambos lideraran el proyecto de ascenso, renegoció sus contratos, que en Segunda bajaban considerablemente, para mantenerles la remuneración de la máxima categoría y así conseguir que ambos se quedaran. Aunque Morales no tuvo su mejor año, el resultado fue óptimo.