Las cuentas casi imposibles que darían la salvación hace que se empiecen a vislumbrar las posibles plazas en las que perder la categoría
25 abr 2018 . Actualizado a las 19:11 h.El Levante inaugurará la jornada 35 en primera división. Lo hará en casa (21:00) ante un Sevilla que, tras perder ante el Barcelona en la final de la Copa del Rey, necesita la séptima plaza para poder acceder a competición europea la próxima temporada. Parece difícil, al menos sobre el papel, que los granotas puedan sumar los tres puntos ante un Sevilla tan necesitado de ganar como herido, pero la espectacular racha de los de Paco López lleva convirtiendo desde hace jornadas cualquier pronóstico en papel mojado.
Si el Levante ganase, el Deportivo necesitaría de los tres puntos para llegar con vida a Balaídos. Lo haría con un descenso totalmente asegurado pese a que las matemáticas concediesen todavía oportunidades. Esa oportunidad pasaría por recortar la diferencia en el golaveraje general con el Levante. Los 16 goles que ahora mismo separan a ambos conjuntos lo convierten en una posibilidad altísimamente improbable, por no decir un imposible. El Deportivo tendría que golear y el Levante ser goleado en los compromisos restantes para que esa opción tuviese algún viso de posibilidad real.
En cualquier caso la regla es clara. Si el conjunto de Seedorf quiere sobrevivir al Barcelona debe hacer como mínimo los mismos puntos que haga el Levante. En caso de sumar los mismo tantos se tendría que aferrar a la posibilidad del golaveraje. En caso de hacer más (derrota del Levante y un empate o victoria del Dépor ante los de Valverde) aún conservaría alguna opción de cara a jornadas venideras.
El horizonte en cualquier caso no es más alentador. La posibilidad de descender en Balaídos cobra fuerza. Para muchos el peor de los escenarios. Perder la categoría en casa del eterno rival y ante una afición que, ante la falta de objetivos después de que Europa se haya convertido en una quimera, asistirá con morbo a la posible caída del Deportivo en territorio hostil. Además el calendario impide que los coruñeses sean equipo de segunda división antes de saltar al municipal vigués ya que el Levante no se medirá hasta el lunes al Leganés.
Las posibilidades, cada vez más rocambolescas, de que el Deportivo llegue con opciones a los últimos envites son obvias. Que los blanquiazules ganen y el Levante pierda para que todavía quede algo por dirimir algo en Mestalla tras la visita del Villarreal, habitual salvavidas blanquiazul, a Riazor.