Memoria de Iniesta desde A Coruña

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

Iniesta aplaude en Riazor en el partido del 2011, el primero tras el gol del Mundial.
Iniesta aplaude en Riazor en el partido del 2011, el primero tras el gol del Mundial. CESAR QUIAN

El centrocampista, que se despide de la Liga esta temporada, jugará el domingo su último partido en Riazor

24 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay futbolistas cuya falta resultará aún más sonora que su presencia. De Iniesta no se acabará de apreciar plenamente su silencioso liderazgo hasta que se despida. Esto sucederá en solo cuatro jornadas, después de que el domingo (20.45 horas, Partidazo) pise Riazor por última vez. El centrocampista, de 33 años, únicamente marcó un gol en 16 partidos contra los coruñeses, y fue cuando se retiró ovacionado de Riazor. Ocurrió en enero del 2011, el primero en A Coruña después del gol que todos los aficionados han soñado con marcar: el de la final del Mundial.

El camino de Iniesta hasta levantar el dorado trofeo comenzó con solo 12 años, cuando dejó Albacete. Su mejor amigo tenía apellido gallego. Como él, acababa de recorrer muchos kilómetros en pos de un sueño. Jorge Troiteiro, que ahora milita en el Azuaga de la Tercera División extremeña, salió de Mérida para compartir habitación en La Masía con Iniesta. «Era un chico callado y tímido, íbamos al colegio juntos, jugábamos juntos y dormíamos juntos. Andrés jugaba en la posición de Guardiola y yo de mediapunta», recuerda este futbolista, cuyo abuelo, de Santiago, emigró a Extremadura, donde nació el padre de Jorge. Antes de dar el salto al filial, Troiteiro se marchó a la cantera del Atlético. Luego llegaron varios clubes de Segunda B, además de dos chipriotas. Pero nunca perdieron el contacto. «Estaba jugando en Burgos y me escribió. Me pidió la dirección, y pensaba que era para enviarle algo a la niña, pero era su invitación de boda. Me siento orgulloso de haber vivido una parte importante de mi vida con él», dice.

Los dos iban al colegio con el coruñés Nano, el ourensano Moisés Pereiro y el lucense Trashorras. «Cogíamos el autobús juntos. Era el mismo colegio al que iban otros deportistas, como Pau Gasol. Iniesta era tímido y callado, pero muy buena persona y muy buen compañero. Cuando jugabas con él te quedabas hipnotizado, más o menos como ahora desde fuera», recuerda el jugador del Racing. «Es una gran pérdida para el fútbol español ?afirma Pereiro?, estoy seguro de que lo apreciaremos aún más con el paso de los años», añade, mientras Trashorras ratifica: «Es el jugador que más nos ha puesto a todos de acuerdo, y eso en algo tan pasional como el fútbol no es nada fácil».

«Le escribí después de la Copa y me contestó: “Gracias, qué nocheee!!!!”»

La relación de Iniesta con Riazor, el Dépor y Galicia encuentra parada obligatoria en Monforte. La Peña Barcelonista Val de Lemos le nombró socio de honor y cuenta con el compromiso del futbolista de viajar a la localidad lucense en cuanto pueda. Luis Conde, presidente de la agrupación, relata cómo entablaron relación. «Cuando inauguramos la peña en el 2004 tratamos de contactar con él. Fue a través de Antonio Feijoo, expresidente del Lemos, que fue fisioterapeuta de las categorías inferiores del Espanyol. Él le dio mi teléfono. Y la noche de la fiesta, mientras cenábamos con Quique Costas, que vino muy amable a Monforte, recibí una llamada al teléfono. “Hola, soy Andrés Iniesta”, me dice. Casi me desmayo de la emoción ?explica entre risas?, pero a partir de entonces empezamos a hablar», añade.

Así, a partir de entonces, Conde y otros miembros de la peña no han dudado en acercarse a saludar al internacional siempre que ha viajado a Galicia para jugar con el Barça o con la selección. «Nos recibió en Vigo y en A Coruña, e incluso viajamos a Barcelona y estuvimos en la ciudad deportiva del club. Le regalé vino de la Ribeira Sacra, Guímaro», recuerda. «Él sabe que mi ilusión ?agrega? es que venga a Monforte, y él se ha comprometido, y seguro que vendrá, pero lo cierto es que entre Eurocopas y Mundiales no tuvo mucho tiempo hasta ahora. Estoy convencido de que vendrá cuando cuelgue las botas», indicó.

Pero la relación entre ambos no se circunscribe a sus encuentros. El presidente de la Peña Barcelonista Val de Lemos revela que escribe a su ídolo un par de mensajes al mes y que también lo hizo después del espectacular partido que Iniesta completó el pasado sábado contra el Sevilla. «Le escribí después de la final de Copa y me contestó: “Gracias, qué nocheee!!!!”, así con muchas es y muchas admiraciones», se ríe feliz.