Los jugadores quisieron, pero no pudieron

Paco Liaño

TORRE DE MARATHÓN

benito ordoñez

23 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para estas últimas cuatro jornadas me gustaría ver a un Deportivo que agote todas sus posibilidades de salvación hasta el final. Prefiero morir el último día, si es posible, que no en el camino. La misión parece casi imposible, sobre todo por los rivales que han tocado en esta fase del calendario, empezando el domingo por el Barça, que llega a rematar la faena y nos puede llevar por delante. El bagaje de estos últimos cuatro encuentros (ocho puntos de doce) lo habríamos señalado como sobresaliente en cualquier otro momento, pero ahora está claro que no alcanza y esta realidad tiene sumido al equipo y a la afición en esta tristeza que ha invadido a todos desde el empate de Butarque.

Tampoco ha ayudado que el Levante no falló en su partido de entre semana, pero al cabo de 38 jornadas no existe la responsabilidad del rival. Al final, juegan todos contra todos y su fortuna es la que les toca, ni más ni menos. Es ahora cuando hay que recordar que el Dépor ya había sobrevivido durante muchas jornadas de los errores rivales, así que nada puede decir ahora de los demás.

No voy a caer en el error de decir que esperaba más de la actuación del equipo contra el Leganés. Sí que se puede hablar de mala suerte, porque en este momento el calendario ha dado poco tiempo de descanso y es hasta injusto haber jugado tres partidos tan seguidos. Seedorf ha encontrado un once en el que confiar y los jugadores han corrido hasta donde han podido llegar. Me parece un error decir que no se han esforzado.

En esta polémica, yo secundo al míster. Estamos a las puertas de mayo, cuando la carga de partidos más se nota, y los pocos días de descanso no han favorecido al Dépor. Después de vencer al Málaga de forma agónica, de jugar en San Mamés los mejores 45 minutos de la temporada y de haber salvado el partido contra un Sevilla superior, la imagen del viernes fue de impotencia. Los jugadores quisieron, pero no pudieron.