Milagros a dos manos

TORRE DE MARATHÓN

Kai Försterling

El Deportivo, a ocho puntos de la salvación, mantiene la fe en la victoria propia, pero también en el tropiezo de un Levante al que asolan las bajas por lesión

05 abr 2018 . Actualizado a las 16:27 h.

A Dios rogando, y con el mazo dando. El domingo al mediodía, hora de misa por antonomasia, la fe del deportivismo vivirá uno de sus picos de intensidad en la temporada. La salvación estará en juego. Podría rozarse con el dedo índice, o caer en un limbo inalcanzable. Pero el Dépor no pateará ni un solo balón. Para bien o para mal, lo habrá tenido que hacer dos días antes. Mañana, a las nueve de la noche, el equipo blanquiazul tendrá que obrar su parte del milagro ganando al Málaga en Riazor. El domingo a la hora de misa, el Las Palmas tiene que completar la faena.

Enfrente tendrá al Levante, verdugo de todos hasta el momento, establecido en la primera posición que permite seguir jugando en la élite la próxima temporada. Aunque mejor es decir que el equipo de Paco Jémez tendrá enfrente a lo que queda del Levante. Ayer, su entrenador Paco López entrenó a apenas dieciséis jugadores. Los que le quedan sanos en la primera plantilla. El defensa estadounidense del filial Shaq Moore completó el cuadro.

El Levante es ahora decimoséptimo con 28 puntos (el Dépor es penúltimo con 20), perseguido por el Las Palmas con 21 puntos. Esto significa que si el equipo mediterráneo se impone al insular habrá dado habrá dado un paso de gigante para huir del infierno.

Para su particular encuentro decisivo, Paco López no podrá contar por lesión con Rochina, Lukic, Boateng y Luna. El gallego Jason Remeseiro, con una pequeña rotura fibrilar ha sido el último en sumarse a una lista de bajas en las que ya figuraban Toño García, Raúl Fernández, Iván López y Cheick Doukouré, que ya no volverán a jugar con el Levante esta temporada.

Por si fuera poco, en el entrenamiento de ayer, Jefferson Lerma y José Luis Morales no participaron por precaución y dadas las circunstancias, de modo que Paco López tuvo que echar mano de la plantilla del filial.

La plaga de ausencias llega en un momento delicado para el rival deportivista por la permanencia, ya que el Levante juega cinco partidos en su camino hacia la salvación matemática durante este mes. Después de recibir a Las Palmas el domingo, tendrá que enfrentarse al Atlético de Madrid, Málaga, Athletic de Bilbao y Sevilla.

El Deportivo necesita un milagro para salvarse, pero si pudiesen ser dos para asegurar evitar disgustos, mejor que mejor. Para contribuir, además de mirar hacia la enfermería, el técnico levantinista debe poner un ojo en el capítulo de apercibidos de sanción. Roger Martí y Erick Cabaco fueron amonestados en el partido del sábado ante el Girona (1-1) y están con cuatro amarillas, al borde de la suspensión. Lukic y Boateng, que están lesionados, también se encuentran en capilla.