Se acabaron las críticas

José Manuel Pose

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

20 mar 2018 . Actualizado a las 16:14 h.

Ya se acabó la ocasión de hacer crítica con este equipo. El partido del sábado se convirtió en el resumen de la temporada: un Dépor sin modelo ofensivo, sin estructura defensiva y con pocas ideas de juego. Esto, unido a la falta de confianza, hace que los jugadores parezcan peores de lo que son. Para creer en un proyecto futbolístico hay tres pilares a los que agarrarte: el aspecto ofensivo, es decir, que el equipo materialice las ocasiones que genera; el defensivo, que el equipo, aunque no marque, sea tan sólido que no encaje; o que dispongas de un bloque de jugadores (once, doce o catorce) a los que te puedas agarrar para salir de la dificilísima situación en que te encuentras. Pero en el Deportivo no se da ninguna de estas situaciones.

Y la afición se ha hartado, porque el problema es que lleva demasiado tiempo jugando tres partidos por jornada: el suyo, el del Levante y el del Las Palmas. En esta ocasión, el Levante jugó el día anterior y ganó. Así que en A Coruña se empezó a perder en aquel momento, respecto a la reacción que iba a tener la afición con él durante el partido. No hay que engañarse. Las criticas y la exigencia procedían de ahí.

¿Es posible salvarse? Me encantaría tener un pilar para sostener este razonamiento, pero sinceramente no lo veo. Porque es un aspecto que solo puede transmitir el equipo y por ahora no lo ha hecho. El pasado sábado esperaba ver un Dépor con más o menos acierto, pero desde luego mucho más agresivo, mucho más contundente, mucho más decidido, que asustase al adversario, que lo intimidase. Confiaba en ver que a los locales les iba la vida en cada disputa. No habrá milagros, si no los buscas. No tocará la lotería, si no la compras.

Claro que hubo ocasiones, estaría bueno que no las hubiera cuando juegas en casa y contra un rival directo, pero no me parecieron suficientes. El Las Palmas también las tuvo, pero insisto en que eché en falta más intención e intensidad, tanta que desde fuera nos hubiera empapado a todos. Por eso se acabaron los críticas, porque todas llegan ya demasiado tarde.