El holandés reivindica su pragmatismo antes del duelo ante Las Palmas
16 mar 2018 . Actualizado a las 22:47 h.La jornada de ayer discurrió entretenida, con la prensa buscando por Riazor y Abegondo un apellido para ponerle al partido de esta mañana. Clarence Seedorf, como antes había hecho Jémez, le negó el de final, pero lo aproximó bastante: «No se pueden jugar diez finales. Hay una, y no es este caso. Si queremos llamarlos unos octavos...».
-Entonces, de perder, el Dépor quedaría eliminado.
-Hay ida y vuelta.
El holandés se resistió como hasta ahora a perder la sonrisa y a sumar trascendencia a una cita a la que el plantel llega suficientemente apurado. Por momentos, coqueteó incluso con la idea de señalar al rival como único al que le va la permanencia en el envite: «Los equipos heridos son siempre peligrosos y no hay que dar nada por hecho -manifestó, tirando de tercera persona-. Va a ser un partido difícil contra un equipo que sigue vivo. He visto a los jugadores de Las Palmas peleando por cada balón durante los 90 minutos». También lo hacen, subrayó el míster, los del Dépor. Una pelea a la que de momento le falta criterio, aunque este llegará pronto, según defendió el técnico: «No pedimos balonazos, no es mi juego ni mi escuela, pero soy muy pragmático y hay que limitar los riesgos y aprovechar los espacios. Poco hemos podido trabajar en mi filosofía porque hemos dado importancia a crear un equipo sólido y ya hemos conseguido bastante; ya no hay esa sensación de que cada llegada del adversario puede acabar en gol. Al mismo tiempo hemos seguido creando ocasiones y por eso no me he preocupado tanto por no hacer gol».
Ni le preocupa la sequía, ni el estado de quienes deben acabar con ella. «A Lucas y Andone los veo como dos toros», proclamó, recuperando a su animal fetiche y centrando el discurso en el coruñés: «No lo he quitado nunca porque veo que está dando mucho, y si no le salen las cosas como esperaba es algo que le pasa hasta a los mejores. Quizá su vínculo con la ciudad le añade peso».
Una relación particular la del 7 con quienes acuden el estadio, donde ha llegado a escuchar pitos que partían de la grada. Como los que ha padecido Albentosa sin que su entrenador llegara a percibirlos. «Ha cometido algún error, y otros jugadores también. No he notado un ambiente contra Raúl, y además sería un autogol -quiso dejar claro-. Lo he elegido para ser central porque lo merece y da al equipo algo importante; igual otros pueden dar más salida con el balón, pero él nos da otras cosas. Es parte del Deportivo y si la gente está con el Deportivo, está con Raúl». Después redobló el mensaje a la grada: «De la afición espero que sean aficionados. Los aficionados siempre protegen sus colores. Solo con la energía positiva de todos podremos llegar a donde queremos». De momento, a pasar de octavos.