En otro mal partido de los coruñeses, el Girona aprovechó dos lances a balón parado para sentenciar
12 mar 2018 . Actualizado a las 18:28 h.El Deportivo no encuentra fondo en esa caída que lo lleva a Segunda. También perdió en Montilivi, donde jugó sin ese cuchillo entre los dientes exigible a cualquier equipo que se está jugando la vida. Más allá del lastimoso partido, otro más de tantos a domicilio en los que sus jugadores parecen haberse vaciado la sangre antes de saltar al campo, este equipo sigue sin mostrar reacción alguna.
La falta de un plan se acentuó frente al equipo que más claro juega de todos, pero que tampoco es el City de Guardiola. El recién ascendido Girona venció gracias a dos acciones a balón parado frente a un Dépor sin respuesta. Ni anímica ni de planteamiento. Seedorf acabó con tres delanteros y dos extremos, pero ni así hizo cosquillas a un rival que convierte el orden y una idea de juego en la fuente de su confianza inquebrantable. Justo todo lo que le falta a un cuadro coruñés que no para de dar tumbos. Tres meses después de su última victoria, con nada más que cuatro puntos sumados en el 2018, concede una nueva oportunidad a sus rivales por la salvación para distanciarse en la tabla y convierte el partido del próximo sábado en Riazor contra el Las Palmas en una dramática final a todo o nada, una ruleta rusa a dos meses del final de Liga.
Al Deportivo apenas le duró el balón en los pies. Primero, porque no lo quiso, empeñado en pelotazos a la espalda de una defensa de tres centrales, y, además, ya que le costó mucho dar más de tres pases seguidos. Acostumbró a llegar un segundo tarde a los cruces y los duelos, con menos ímpetu y confianza que un rival multiplicado hasta parecer con no menos de 14 o 15 futbolistas sobre el campo. El 1-0 premió la ocasión local más clara, a los veinte minutos. Una falta colgada por Granell en la que Bernardo voló por encima de todos y Stuani, el único que olió el posible rechace tras el paradón de Rubén, lo empujó a la red.
Los coruñeses respondieron mediante su trío de ataque. Lucas controló, Adrián se la pasó a Andone y este, escorado, disparó para que Bono parase seguro. Y también pudo abrir brecha el Girona, pero el remate de Pons en un mal rechace de la defensa blanquiazul, volvió a encontrarse con el meta, el mejor deportivista anoche. A dos minutos del descanso pudo llegar el empate. Muntari rebañó en la frontal, pero otra vez Andone no reaccionó tan rápido como el meta, quien tapó todos los huecos.
Borja Valle: -
Se convirtió en el quinto hombre de ataque del Dépor en el Montilivi para demostrar que la acumulación de delanteros nunca es la solución.
Juanfran: 3
Abandonó el banquillo para reemplazar al lesionado Bóveda y trató de dar más profundidad al equipo por banda derecha, pero apenas lo consiguió.
Bakkali: 2
Saltó al césped para intentar reavivar un partido completamente muerto y solo logró sumarse al esperpento. Volvió a pecar de individualista.
Andone: 2
Lastrado por la falta de espacios y de ideas, apenas gozó de oportunidades, aunque no consiguió superar a Bono ni a la zaga local cuando las tuvo.
Lucas: 5
Fue lo único rescatable entre los jugadores de campo del Deportivo. Persiguió cada balón con constancia y trató de asociarse en ataque.
Adrián: 2
Desaparecido en la posición de enganche, donde se encontró siempre sin compañeros con los que trenzar jugadas y con demasiados rivales alrededor
Mosquera: 3
Otro que no se sintió especialmente cómodo en la plaza de interior. Trató de ayudar en tareas defensivas y acabó metido a central.
Borges: 3
Obligado a correr la banda, una función para la que no está hecho. Pese a ello, trabajó y reclamó protagonismo. Mucho más cómodo en el medio.
Muntari: 3
Perdió varias veces el balón en zonas sensibles y llegó tarde a las ayudas. Vio la amarilla en la primera parte y mejoró algo al adelantar su puesto.
Navarro: 2
Sufrió muchísimo frente a Maffeo, sobre quien hizo dos duras entradas, una que el árbitro no apreció y otra que le costó la amarilla. Superado.
Sidnei: 2
Bernardo le ganó la partida en el 1-0 y Portu le exigió con sus veloces carreras. Tampoco estuvo atinado en la salida. Perdido como el resto del equipo.
Albentosa: 2
Otro mal encuentro del central, que esta vez no llegó a cometer ningún error grosero, pero sí sufrió para alejar el peligro del área blanquiazul.
Bóveda: 2
Sufrió una lesión con muy mala pinta y fue retirado del campo en camilla. Antes, tuvo muchos problemas para frenar las incursiones de Mojica.
Rubén: 5
Su primera parada de mérito concluyó en gol porque ningún compañero acudió al rechace. Después aún tuvo otra en un buen partido del meta.
Tras el descanso, abierto con un gran disparo raso de Maffeo, llegó la sentencia. Con el sonrojo de un segundo gol casi calcado al primero. Granell ejecutó el balón parado y Juanpe saltó como si estuviese solo en el área para peinar a la red. Lo cierto es que había cuatro camisetas blanquiazules justo donde él remató, pero ninguna le molestó.
Tras la lesión de Bóveda, Adrián volvió a probar suerte con un disparo blandito en boca de gol a ocho minutos del final. Y con la entrada de Borja Valle en el campo, hasta Mosquera acabó de central, pero ni así el Dépor hizo temblar a su adversario, siempre mejor situado y más seguro de sí mismo. No hay manera de que los coruñeses se despierten de esta pesadilla.