Trata de arrancarlo, Clarence

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Solo cuatro entrenadores han tenido un peor inicio en el Deportivo que el de Seedorf

19 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En muchas ocasiones, los clubes cambian de entrenador no solo por haber dejado de confiar en el que estaba sino para tratar de modificar, de alguna manera, la dinámica de grupo. Es conocido el dicho de «entrenador nuevo, victoria segura», pero obviamente no siempre es así.

Durante su historia en Primera División, el Deportivo ha comprobado hasta en doce ocasiones que tener entrenador nuevo no garantiza el triunfo ni en la primera, ni en la segunda jornada. Ni siquiera garantiza sumar punto alguno. Clarence Seedorf lo ha confirmado tras sus dos primeros partidos, saldados con sendas derrotas. Otros once técnicos lo habían hecho con anterioridad. Incluso tres (Orizaola, Cheché Martín y Juan Ochoa) llegaron a sumar cuatro derrotas consecutivas en sus respectivos debuts, y Ángel Zubieta tres.

Y, curiosamente, estos malos inicios, lejos de lo que pudiera pensarse, no fueron siempre sinónimo de descenso. Es más, Cheché Martín, en la temporada 1968-69, consiguió acabar décimo de dieciséis equipos, después de perder los cuatro primeros y los cuatro últimos de aquella Liga.

Tres malos comienzos en un año

Pero para dato anecdótico de malos estrenos de entrenadores con final feliz para el equipo está la temporada 1955-56, la de la famosa victoria en el Bernabéu por 1-2 con sendos tantos de Pahíño. Aquel año, el Deportivo dio la alternativa a un Rodrigo García Vizoso, que debutaba en un banquillo profesional con 44 años. Y al que fuera mítico portero le costó arrancar. Perdió los dos primeros partidos de la temporada, el cuarto y el sexto antes de viajar a la capital de España y dar la campanada en la jornada 8.

A pesar de aquella hazaña, Rodrigo sería sustituido tras dieciocho partidos. La directiva blanquiazul presidida en aquel momento por José Iglesias Varela utilizó durante tres jornadas a Pahíño como jugador-entrenador. Una goleada en Riazor ante el Barça, una derrota en Vitoria contra el Alavés y un empate en casa ante el Valladolid fueron su escasa aportación.

Hubo un tercer entrenador aquel año. Se trataba de Ángel Zubieta, un exfutbolista que iniciaba su trayectoria en un banquillo. Otro pésimo inicio. El vasco perdió sus tres primeros partidos como técnico blanquiazul. Sin embargo, supo enderezar el rumbo en el cuarto con una goleada ante el Celta, que sería el inicio de una serie de cuatro triunfos y un empate que asegurarían la permanencia coruñesa.

El que tampoco tuvo un excelente inicio de militancia en el Dépor fue Fernando Vázquez. El hombre que hizo recuperar la fe en el ejercicio 2012-2013, aunque este con triste final, llegó a estar a un paso de la salvación después de haber sumado solo un punto en sus cuatro primeros compromisos. Cierto que en aquel periplo, al de Castrofeito le tocó visitar el Pizjuán, recibir al Madrid y jugar en el Camp Nou. Tres lógicas derrotas. El empate, en Riazor contra el Rayo.

Y después de este comienzo, llegaron cuatro victorias consecutivas que hicieron soñar al deportivismo con mantener la categoría. Vázquez había aterrizado en el banquillo blanquiazul una semana antes de lo que Seedorf lo hizo este año.

Con dos partidos y otras tantas derrotas el holandés aseguraba el pasado sábado tener ya totalmente claro cuáles son los aspectos en los que falla el Deportivo y cómo corregirlos. La historia permite creer en el entrenador. El próximo viernes, a las nueve de la noche, tendrá oportunidad de demostrarlo y de iniciar una escalada emulando a la que Abelardo consiguió esta misma temporada con el Alavés.

La permanencia sigue a tres puntos más el golaveraje

A pesar del nuevo tropiezo del Deportivo, esta jornada sí que los resultados le han favorecido. Al menos, no le han perjudicado. Porque la permanencia sigue estando a tres puntos más el golaveraje.

Y es que los cuatro últimos clasificados de Primera saldaron sus encuentros con derrota, lo que motiva que las cosas se queden como estaban.

A diferencia de otras campañas, el Deportivo de esta temporada tiene un problema añadido y es el golaveraje, ya que lleva -29 goles en el cómputo global. Como con el Levante empató los dos encuentros disputados, está obligado a obtener un punto más que los valencianos para aspirar a la permanencia.

Otro hándicap está en la imagen que unos y otros ofrecen. Esta jornada, salvo el Levante, que salió goleado de Anoeta, tanto el Las Palmas como el Málaga pudieron obtener un mejor resultado frente al Sevilla y el Valencia, respectivamente. Al conjunto de Paco Jémez le anularon un gol legal al filo del final del partido, mientras que el Málaga vio cómo su rival le remontaba en apenas once minutos y después de que el árbitro también le anulara un tanto que podría ser absolutamente legal. En medio de esta situación, el Dépor sigue vivo pero obligado a despertar ya.