Diez jornadas metidos ahí abajo

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Desde que en Primera juegan 20 equipos, el Deportivo solo había pasado tanto tiempo en puestos de descenso en la temporada 2012-2013

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Un 15 de febrero, tal día como ayer, Fernando Vázquez estrenaba en el Sánchez Pizjuán su carrera como entrenador del Deportivo. Acababa de colocarse al frente de un equipo colista, a seis puntos de la salvación que marcaba el Osasuna, y recién humillado por el Granada en uno de los días más difíciles de la historia reciente en Riazor. Quince jornadas acumulaban los blanquiazules en descenso cuando Paciencia cedió su sitio al tercer entrenador del curso. Bajo la dirección del técnico gallego, el conjunto coruñés aún pasaría otros siete partidos en alguno de los puestos que conducían a Segunda antes de amagar con la recuperación, pasar otro par de duelos en la plaza 17, y llegar a la última jornada dependiendo de si mismo para quedarse en la máxima categoría. Sucedió hace cinco años y en aquella campaña, la 2012-2013, el Dépor estableció su récord de partidos disputados con un pie en Segunda, donde acabaría cayendo tras ser derrotado por la mínima en casa por la Real Sociedad.

Aún con el míster de Castrofeito al frente, el equipo liquidó en un solo año su penitencia y volvió a salir en Primera en la temporada 2014-2015, en la que entre los dos Víctor (Fernández y Sánchez) sumaron nueve jornadas en puestos de descenso. Este curso ya son diez y llegarán a once salvo que coincidan una goleada milagrosa al Alavés en Vitoria y una derrota monumental del Levante en Anoeta (también tendría que puntuar el Sevilla en su visita a Las Palmas).

Acostumbrado a sufrir

La situación es complicada y parece ir para largo, pero tiene poco de novedad. Desde el 2011, el Deportivo se ha jugado la permanencia a un partido en tres ocasiones, y solo salió cara en el Camp Nou. En las dos temporadas que precedieron a la actual, el conjunto coruñés no estuvo un solo día en zona de descenso, pero tuvo que esperar hasta el penúltimo partido del curso para amarrar la salvación. Ambas veces, puntuando en Villarreal.

El otro precedente en cuanto a situación apurada es lejano. De la 91-92. Entonces, la escuadra blanquiazul solo estuvo un fin de semana en las plazas que llevaban a Segunda, pero ocupó otras once un puesto de promoción. La terminó jugando para mantener la categoría gracias a un empate sin goles en el Villamarín. Arsenio dirigía al equipo, sustituyendo a Boronat. Allí arrancó el Dépor sus veinte años aferrado a Primera, antes de volver a tomar el ascensor.