El futuro de la portería de Riazor

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El ucraniano Koval, preparado para debutar el sábado contra el Levante, se convierte en el único guardameta de la primera plantilla que tendría contrato para la próxima temporada en Primera

23 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Deportivo confirmó ayer a su quinto portero. Procedente del Dinamo de Kiev, el ucraniano Maksim Koval se comprometió hasta final de temporada, aunque si el club coruñés se mantiene en Primera, se comprometerá por los próximos años. El desconocido nuevo guardián de Riazor presume de planta de actor. De cabello castaño, tez blanca y aire de poder llegar a convertirse en el yerno ideal, la hinchada no lo evaluará por nada más que su éxito en la trascendental misión de cortar la lacerante sangría de goles encajados por el Deportivo. El sábado (13.00 horas, beIN LaLiga) su equipo, quizá ya con él bajo palos, se enfrentará a un examen vital contra el Levante.

Aunque acaba de cumplir 25 años, en su país apenas se ha arrancado la etiqueta de promesa. Internacional en todas las categorías de su selección, desde la base hasta la absoluta, Koval fichó con apenas 18 por el Dinamo de Kiev, aunque en las campañas 2014-15 y 2015-16 jugó cedido en el Hoverla Uzhhorod ucraniano y en el Odense danés. Esta temporada comenzó como titular y disputó 18 partidos, tanto en la previa de la Champions (que su equipo perdió contra el Young Boys suizo allá por agosto), como en el campeonato doméstico y la Liga Europa, pero desde finales de octubre apenas volvió a jugar. Ahora da un giro a su carrera en busca de convertirse en la alternativa a los porteros dominantes en Ucrania durante los últimos años, la leyenda del Dinamo, Shovkovsky, y el eterno cancerbero de la selección, Pyatov, del Shakhtar Donetsk. «Estoy muy contento de estar aquí y haré todo lo posible para ayudar al equipo para subir posiciones. Cuando tuve la propuesta del Dépor no lo pensé mucho. Quizá un hora. Lo hablé con mi familia y me dijeron: ¿quieres ir? Y yo dije que por supuesto», comentó Koval en sus primeras palabras en A Coruña. 

Mala suerte

Llega a una silla caliente. De los cuatro guardametas que lo han precedido en el Dépor, solo uno dispone de contrato para la próxima temporada. Se trata del fabrilista Francis, quien disputó dos partidos (contra el Eibar y el Girona) con el primer equipo y al que a los 19 años se considera la gran apuesta deportivista. Tyton, quien podría dejar el club en breve, acaba contrato el próximo junio, Pantilimon llegó cedido de urgencia por el Watford tras la lesión de Rubén y este también finaliza el vínculo, aunque en su contrato se estipula que si juega 25 partidos, renueva automáticamente por otro año más. Lleva once. De sus nuevos compañeros de posición, el ucraniano dijo que son buenos, pero «han tenido mala suerte». «Todo va a cambiar e iremos para arriba. Ser portero es difícil y a veces, cuando cometes errores, todo el mundo lo ve. Cuando otros fallan no hay críticas, pero ser portero es difícil y todos los están controlando», insistió.

Respecto a los demás, el refuerzo deportivista señaló a Bruno Gama, al que se enfrentó cuando el portugués militaba en el Dnipro, y a Lucas, con el que también se vio las caras en el Karpaty y junto al que coincidió en Kiev. El coruñés militó poco más de un trimestre en el Dinamo, justo antes de marcharse al PAOK griego, su etapa previa a A Coruña. Ahora portero y goleador volverán a verse las caras en el Dépor, que depende en buena medida de su fortuna.