El mercado de fichajes como terapia

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

El Deportivo se ve, tras su derrota ante el Celta, inmerso en un constante debate con el periodo de contrataciones en el horizonte

25 dic 2017 . Actualizado a las 19:53 h.

Hay quien, para paliar sus males, tira de tarjeta de crédito con la esperanza de que darse unos caprichos aliviará su tristeza. El Deportivo, sumido en una depresión deportiva y anímica, afronta este parón liguero en una situación parecida. Aunque hay, claro, una gran diferencia. La tarjeta de crédito del Deportivo no está para malgastar en caprichos. Una circunstancia que no es menor.

El equipo está en puestos de descenso tras la derrota ante el eterno rival y ahora mismo las dudas se ciernen sobre todo aquello susceptible de generar un mínimo debate. No es una buena señal centrar las esperanzas en que el invierno haga florecer las sensaciones que debían haber sido germinadas en verano pero para muchos sectores del deportivismo se antoja vital agitar el árbol para ver si cae algo. Sobre todo después de haber consumido la baza del cambio de técnico (uno más) que de nuevo, no ha dado los resultados esperados o, mejor dicho, esperanzados.

 

El fútbol, como la vida, se reduce a momentos y por el momento solo se ven nubes. Algunas traen chubascos. Otras, verdaderos aguaceros. Por empezar por el principio, la portería parece un incendio inapagable. Cuando parece que el fuego está controlado, vuelve a avivarse. Rubén ha mejorado notoriamente el esperpento que el binomio Pantilimon-Tyton dejó ver durante la lesión del meta de Coristanco. No obstante el debate sigue abierto. Rubén ha cuajado intervenciones brillantes (ante el Levante o el Barcelona) pero también ha protagonizado errores de bulto que han costado puntos (Real Madrid o Sevilla). Ninguno de los goles del Celta del pasado fin de semana se puede atribuir a Rubén pero el «podría haber hecho más» también se ha escuchado repetidamente. Esa tierra de nadie puede que sea una de las claves. Un portero que no hace que el equipo pierda puntos. Pero tampoco que los gane. Debe decidir la dirección deportiva cuán de prioritario es la incorporación de un portero o si bien se sigue confiando en el arquero que el año pasado se fue cedido a Bélgica.

 

La salida de Alejandro Arribas a Pumas ha dejado un hueco en la defensa. El madrileño no contaba para Cristóbal y se marchó dejando en A Coruña un problema. No por su marcha sino por la dinámica del equipo. El Deportivo es el segundo equipo más goleado de primera división con una media de dos goles por partido. Las matemáticas no engañan. Si te meten dos goles en cada partido, de media necesitarás tres para sumar tres puntos. Por eso el Deportivo está donde está. Pasaba con Mel y sigue pasando con Cristóbal y por entre medias un Sidnei que estuvo momentáneamente apartado, Albentosa que pasó de la grada a la titularidad y Schär, un central cuya principal virtud es su exquisito toque. Aunque cabe preguntarse si es lo que necesita el Deportivo.

Tampoco en el centro del campo está la cosa tranquila. No sale fútbol de la sala de máquinas y desde el principio de la temporada se acusa a los centrocampistas de ser de un perfil demasiado similar. Çolak entra y sale de los onces alternando actuaciones brillantes con presencias testimoniales mientras a Fede Valverde todavía se le busca un sitio en el que demuestre por qué es una perla de la cantera blanca.

Debate servido en la delantera

 

Cuatro goles lleva Lucas en liga (dos de penalti) además de otro tanto en Copa mientras que Andone ha hecho tres. Todo pese a que el rumano ha gozado de muchísimos menos minutos que el coruñés. Dianas para avivar un debate que explotó tras las declaraciones de Andone al finalizar el partido ante el Getafe cuando por entonces exigía a Pepe Mel más minutos tras anotar el gol de la victoria blanquiazul. Al 10 del Deportivo le vino a buscar la Premier en verano con un dineral debajo del brazo pero se les dijo que no. Después vino todo lo demás. Lo dicho, chubascos y tormentas. Y la borrasca estará ahí, sobre el equipo en Villarreal.