El Fabril desafía las leyes de la lógica

TORRE DE MARATHÓN

EDUARDO PEREZ

Recién ascendido y con 9 bajas, finaliza subcampeón de invierno

17 dic 2017 . Actualizado a las 19:08 h.

No es normal que un recién ascendido finalice con 39 puntos la primera vuelta de una liga tan dura como la Segunda B. Tampoco, que ese mismo equipo lleve más de un mes con media plantilla lesionada y aún así saque adelante sus partidos. Por eso, no hay calificativo que haga justicia a lo que está realizando el Fabril.

El filial blanquiazul realizó un partido heroico (otro más) para superar al Toledo (2-0) en el duelo que cerraba un año 2017 memorable. Y lo hizo con un equipo de circunstancias, apelando a lo más profundo de su plantilla y exprimiendo el gran talento de un jugador como el panameño Ismael Díaz, que sigue demostrando que la categoría de bronce se le queda pequeña. En esta ocasión, Munúa solo tenía a su disposición a 11 jugadores de campo y a los 2 porteros. Ocho lesionados (Caballo, Carlos López, Queijeiro, Edu Expósito, Bicho, Luismi, Jardel y Luis Fernández) y un sancionado (Blas). Incluso el juvenil Valín, que podría haber jugado por la ausencia del lateral derecho titular, está fuera por una lesión de rodilla.

Y aún así, mermado, el Fabril fue superior a su rival. Los coruñeses llevaron todo el peso del partido y generaron peligro con balones a la espalda de la defensa. Munúa volvió a dejar a Uxío en el banquillo y apostó por jugar con sus tres extremos, que se fueron alternando como falsos nueves. Comenzó Pinchi, Ismael Díaz le tomó el relevo en la segunda mitad e incluso Galán se fajó con los centrales, aunque menos tiempo. Argumentos ofensivos que le dieron brillo, principalmente en la segunda mitad. Porque en la primera, aunque dominó, solo le llevaron a generar a una ocasión clara de gol: un paradón de Jon Ander en un mano a mano con Isma (tras gran pase de Galán) en el minuto 44.

Tras el descanso, el Toledo cambió de delantero pero fue una variante táctica de Munúa la que decantó el duelo para los locales. Ismael Díaz pasó a jugar en la punta de ataque y él solito se encargó de ganar el partido. Marcó el 1-0 en el minuto 56 en una acción en la que se fue de tres contrarios a base de amagues; y asistió a Pinchi para el 2-0, en un escarceo por la derecha nacido de un saque de banda que terminó en centro y remate en boca de gol del coruñés.

Entre las dos acciones también emergió la figura del gigante Francis. El nigeriano se abalanzó sobre el mexicano Obed salvando un mano a mano en el minuto 60. Y es que el Toledo solo apretó cuando se vio por debajo en el marcador, pero aún así fue el filial el que dispuso de las mejores ocasiones, como un mano a mano marrado por Pinchi en el minuto 90.