Un ascenso lógico

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

24 oct 2017 . Actualizado a las 20:58 h.

El deportivismo quiere algo más que un decimosexto puesto, Pepe Mel no consiguió redondear un equipo reconocible e ilusionante y los silbidos con los que la grada de Riazor despidió el partido ante el Girona hicieron el resto. El fin de etapa que ya se barruntó a medida que se consumía la temporada pasada, la decisión que estuvo a punto de ejecutarse hace solo un mes y la propia sinceridad de Mel al asumir con toda crudeza su papel de entrenador cuestionado generaron un ambiente de incertidumbre. Demasiada. Porque el fútbol, como la economía, se alimenta de mensajes directos. Así que Mel ya es el quinto entrenador destituido por el actual consejo de administración.

El recambio llega de la cantera del Dépor, aunque Cristóbal no se haya formado aquí, sino que desprende ADN culé. Su nombramiento representa una apuesta: apenas tiene siete partidos de experiencia en el banquillo como entrenador en un equipo profesional y tampoco cuenta con el carisma o el pasado blanquiazul que lo proteja de entrada ante la afición. Pero su nombramiento encierra también la lógica de la promoción interna, aupado por la meritocracia dentro de la casa. Otra vez la óptica de la empresa, una filosofía con la que, adaptada al Dépor, Tino Fernández ha reconstruido un club centenario que estaba sumido en la ruina ética y económica cuando asumió el cargo.

Después de elegir a Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano y Pepe Mel, el actual consejo de administración se encomienda a un entrenador al que ya había traído al club la actual dirección deportiva. Así que, aún con un perfil diferente al de los cuatro entrenadores anteriores, la llegada de Cristóbal Parralo vuelve a desprender lógica.

Cristóbal recibió la alternativa en Primera de Venables, jugó con Aragonés, se empapó del ideario de Cruyff y se las sabe todas del fútbol profesional. Recibe un equipo desdibujado, pero el fútbol es para valientes. Su partitura atrevida, que triunfó en el Fabril, tendrá ahora intérpretes más adecuados para que la orquesta afine. Pura lógica.