Una lesión en el hombro frena de nuevo la carrera del sadense, que brilló mientras pudo con el Fabril
20 oct 2017 . Actualizado a las 11:14 h.Javier Fernández Abruñedo pasó ayer por el quirófano. «Inestabilidad recidivante de su hombro derecho». Nuevo reto a superar por Bicho, acostumbrado a devolver reveses desde que le colgaron el cartel de estrella en ciernes durante su primera etapa en blanquiazul.
Corría la 2013-2014. A Fernando Vázquez se le habían caído de una tacada Culio y Luisinho. El argentino cumplía ciclo y el portugués penaba una roja directa. Le quedaba un zurdo para jugar frente al Tenerife, así que recurrió a él. Dos días antes de darle al chico su primera titularidad liguera con el Deportivo, el técnico acudió a sala de prensa a reflexionar acerca de la decisión. «Llevo peleando con Bicho muchos meses, pero es un proyecto a tres años», afirmó allí el de Castrofeito. El extremo debutó en el once con 17 cumplidos, aguantó 68 minutos sobre el césped del Heliodoro y no volvió a aparecer. Antes había disputado dos duelos coperos y tenido breves participaciones en la competición que se saldó con ascenso coruñés. Cinco horas de experiencia en Segunda acumuló el sadense antes de abandonar Riazor e iniciar un periplo marcado por infortunios que le han devuelto a casa, empeñado en brillar.
Arrancó de titular en el Barça B, pero le fueron racaneando minutos y desde la jornada 9 no volvió a salir de inicio. El ostracismo resultó duro, pero aún sería peor el que padeció el curso siguiente en Leganés: no tuvo una sola oportunidad. De allí lo rescató el Compos en invierno y cerca de casa volvió a sonreír. Destacó entre los compostelanos; y más tarde, en la 2016-2017, afincado ya en Ferrol. Se habían cumplido los tres años del plazo de Fernando Vázquez, y al cuarto, Bicho regresó. Firmó una notable pretemporada, aunque llegar al primer equipo estaba caro y él decidió abaratarlo por la vía del filial. Harto de rodeos, optó por quedarse y luchar por la plaza a la que se asomó de chaval.
Empezó muy bien -brilló frente al Castilla y el Rayo Majadahonda, ganándose la confianza de Cristóbal-, pero el hombro duele y obliga a parar. Serán un mínimo de cuatro meses de baja para tomar impulso. Otro más.