Contra una racha de diván

TORRE DE MARATHÓN

Cesar Quian

Profesionales del fútbol y la psicología analizan la pésima serie de partidos fuera de casa del Deportivo, que solo ha ganado 2 de los últimos 34, antes de su visita de hoy a Ipurúa

15 oct 2017 . Actualizado a las 14:54 h.

Ansiedad, presión, falta de motivación, desubicación, ausencia de trabajo emocional... ¿Qué puede llevar a un equipo profesional como el Deportivo a sumar solo 2 victorias en sus últimos encuentros como visitantes? A pocas horas para que la escuadra de Pepe Mel afronte en Ipurúa otro duelo en territorio enemigo (12 horas, BeIN LaLiga), varios profesionales del deporte y la psicología analizan los motivos que pueden conducir a esta situación y cómo combatir una racha de diván como la blanquiazul.

La psicóloga del deporte Patricia Díaz Tendero enfatiza en la importancia que tiene «el apoyo del público a la hora de que el futbolista se sienta protegido. Fuera de casa percibe como una cierta amenaza que, según algunos estudios, se ve agravada muchas veces por la parcialidad de las actuaciones arbitrales hacia los equipos visitantes». En esta línea entiende que el «sentimiento de territorialidad» puede influir también a que el conjunto que juega en casa dé un poco más de sí para mantener la hegemonía en su tierra.

Para Pepe Velo, profesor de Psicología en la escuela gallega de entrenadores, resulta clave «la autoconfianza que sienten los jugadores en su campo». Para este profesional de la educación y los banquillos «el verse arropado por su gente y el conocer a la perfección el terreno de juego, con sus medidas y sus imperfecciones, ayuda a que el jugador se sienta mucho más cómodo». Incluso añade otra variable: «El conocer el campo también puede influir, en mayor o menor medida, a la hora de saber en qué momento puede mandar un jugador un pase largo, a la altura de qué publicidad debe hacer la presión, o replegarse... Todo eso se complica si no juegas en tu campo», subraya un Pepe Velo que aboga por un «mayor trabajo psicológico en los equipos, un entrenamiento integral».

Toni Ardá, profesor de fútbol en el INEF Galicia, entrenador y especialista en psicología deportiva, se apoya en la facilitación social de Norman Triplett para argumentar que «la mera presencia de personas que te apoyan te anima a intentar cosas más difíciles, que ante público hostil evitas por miedo al ridículo o al abucheo. Estar ante tu gente provoca una cierta excitación, igual que sucede a los actores de teatro o cuando un cantante actúa ante un estadio lleno», concluye.

José Ramón González Pérez aporta su visión como exfutbolista y entrenador. Él parte de la premisa de que «jugar en casa es mucho más fácil que hacerlo como visitante, porque la hinchada te exige hacer muchas más cosas que solo defender». Y tras esta exposición pasa a argumentar su teoría. «Dado que tu público te exige, tú sales al campo obligado a hacer más cosas de ataque que cuando juegas fuera. Si eres visitante, no sientes esa presión e, inconscientemente, no parece tanto fracaso como si esa se produce en casa. Eso provoca cierta relajación. Entre este estado de mayor y el equipo local haciendo más cosas por agradar a su público, los partidos se decantan por el de casa».