Valverde destacó en las tres facetas: trabajó en defensa, generó juego y disparó como un delantero
22 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Las palabras del maestro Tabárez hace apenas quince días resultaron premonitorias: «Los que dudaron y ya le pusieron el adjetivo de tierno, no lo conocen». El seleccionador uruguayo le dio la oportunidad de debutar con la absoluta cuando las eliminatorias mundialistas se aprietan. Mel tampoco dudó a la hora de abrir a Valverde la puerta de la titularidad en un momento delicado. Con un solo punto en el casillero, en un Riazor al que se le agotaba la paciencia y mientras las pruebas tocan a su fin, el Pájaro voló para impulsar a su equipo hacia la primera victoria.
El deportivista, de 19 años y en su primera experiencia en la Liga, se esforzó como el más seguro de los defensas, se convirtió en el más agudo de los centrocampistas y chutó como el más decidido de los delanteros. Fue el deportivista con más presencia de área a área y protagonizó un 80 % de acierto en el pase en el campo del Alavés. Solo Cartabia con cerca de un 90 % y Borges con un 82 % superaron esta cifra del centrocampista, que partió desde la banda izquierda. Pero ninguno de los dos ganaron algún balón en cada uno de los tres tercios de campo, la defensa, el medio y el ataque, tal y como sí hizo Valverde. Al mediapunta le faltó robar cerca del área rival, donde participó en la presión, pero sin frutos; y al costarricense no ganó la posesión en los alrededores del área propia, aunque se fajó sin descanso en las tareas defensivas.
Desde luego, al uruguayo no hubo que enseñarle el camino hacia la portería del Alavés. Cuando recogió el balón, o bien se lanzó a conducirlo hacia el área rival gracias a su potencia y habilidad, o bien hizo mejores a sus compañeros. Completó 40 pases, 36 cortos y 4 largos, incluido un cambio de orientación, de los que 32 fueron buenos. Además, se convirtió en el mejor socio de todos. Tres de sus pases acabaron en disparo a puerta, los mismos que Lucas. Y también chutó tres veces, tanto como Andone, pero nunca acertó con la portería rival. El rumano chutó una vez entre los tres palos, pero disparó fuera la ocasión más clara para el 2-0, precisamente a pase del dorsal 17.
Mientras partía desde la izquierda de ese eje de tres mediocentros con que Mel parapetó la retaguardia, Valverde se alió con Luisinho para potenciar aquel costado y, de paso, permitir el despliegue del lateral, el héroe del partido. Seguro de que aquel siempre estaba atento para cubrir su espalda, el portugués subió como nunca. El mejor ejemplo es la jugada del gol. El centrocampista, sin tocar siquiera el balón en toda la acción, se echó a la banda, atrajo a su marcador y dejó libre el interior. Atento, Luisinho no se lo pensó dos veces, se alió con Andone y triunfó. Otro éxito del futbolista total, el que ha llegado a la alineación del Dépor para quedarse.
El Memorial Moncho Rivera enfrentará al equipo coruñés con el Corinthians en Riazor el 6 de octubre
El Deportivo aprovechará el inminente parón de las competiciones nacionales para disputar un amistoso en el estadio de Riazor. Será con motivo de la decimonovena edición del Memorial Moncho Rivera, en el que se enfrentará al Corinthians brasileño. El amistoso, organizado por el Victoria e impulsado por Estrella Galicia, será de carácter benéfico y se disputará el viernes 6 de octubre, después de que el equipo de Mel visite este domingo (12.00 horas, beIN LaLiga) al Espanyol y reciba al Getafe el día 30 a las 13.00 horas.
El Corinthians, actual líder del Brasileirao, se destaca como uno de los clubes más laureados de Sudamérica. El choque supondrá su regreso a A Coruña, donde no juega desde 1999, cuando disputó el Teresa Herrera con una plantilla liderada por el exdeportivista Luizao. Fue un torneo de infausto recuerdo, pues el Celta eliminó al Dépor en la primera semifinal y, luego, el propio equipo brasileño también lo doblegó en la lucha por el tercer puesto en los penaltis, después de que se llegase al final del partido con 1-1. Schurrer había abierto el marcador, pero Joao Carlos empató en el minuto 90. Los coruñeses habían jugado sin algunas de sus figuras, como Djalma, Fran, Flavio o Mauro.