Tres puntos de alivio

José Manuel Pose

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

21 sep 2017 . Actualizado a las 21:30 h.

El triunfo del Dépor se basó en la participación de la banda izquierda con balón y sin balón. El gol de Luisinho fue determinante, pero también por el momento en que sucedió, ya que no se llegó a sacar de centro luego. El equipo, sin ser brillante, sí que fue superior, porque el Alavés se empeñó luego en ser más Alavés que nunca. Perdió el orden defensivo de la primera parte y tampoco llegó arriba. Así, sin quitarle valor a la victoria por la necesidad de los puntos, me sigue sin convencer el modo de llegar al triunfo. Ni por la forma propia de alcanzarlo, ni por el rival que había enfrente.

Mantengo las dudas en el equipo, porque cuando perdió el balón permitió contraataques al Alavés. Otra cosa es cómo los gestionó el rival. Siempre muy mal. Pero el Dépor le permitió correr. Es cierto que a ratos se asoció en el medio, pero con poca profundidad. Si el balón no cae donde tiene que caer en el último barullo, quizá estaríamos hablando de otra cosa. ¿Ha sido solvente el equipo? Por momentos, pero el grito de Riazor al final fue más de alivio que de alegría. Me gustaría haberlo visto, pero no hubo ni un modelo de juego claro, ni un dibujo del equipo en ataque y defensa.