La ausencia del indiscutible Sidnei, que se perderá su primer partido en tres años por motivos técnicos, anuncia más cambios en el once en busca de la primera victoria de la temporada
16 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hay rotaciones y hay ausencias clamorosas. La de Bruno Gama puede señalarse entre aquellas, pero la de Sidnei forma parte indiscutiblemente de las segundas. Mel prescindió del extremo y del valladar defensivo del Deportivo para jugar contra el Betis. Las dudas que la retaguardia blanquiazul genera (es la más batida, con nueve goles) derivaron en una medida inédita desde que el brasileño llegó a A Coruña. En la retina de Riazor siguen sus errores del domingo, decisivos para que la Real volase con los tres puntos. Perdió la marca de Llorente, quien remachó bajo palos el tercer gol, y en el cuarto reculó lastimosamente frente a Illarra. Tras una dubitativa recta final de la pasada campaña y al cabo de las tres primeras jornadas, donde no hay que olvidar que también marcó frente al Levante, y con otras tres en el horizonte que pueden determinar el futuro inmediato del equipo, el central se queda en el rincón de pensar.
Desde su incorporación en el verano del 2014, Sidnei jugó una treintena de partidos por curso. Solo era baja por sanción o lesión. Su fichaje elevó el listón de la defensa a un rendimiento nunca visto desde Naybet. Fuerte y rápido al corte, tan listo como decidido a la hora de arrancar desde la defensa con el balón pegado al pie, Riazor se frotaba los ojos ante la perla que Richard Barral había descubierto entre los juguetes rotos del Benfica. Apenas había jugado en Portugal y pasó de puntillas por el Besiktas o el Espanyol, pero su fenomenal rendimiento en A Coruña lo había revalorizado hasta tal punto que el pasado verano el Deportivo no había dudado en pagar nada menos que seis millones de euros por retener su pase.
Será casualidad, pero este episodio, su condición de futbolista negocio a la espera de un buen postor y el retraso en los trámites para adquirir la nacionalidad española han coincidido por un descenso notorio en su rendimiento. Y eso que por fin la fortaleza física que le acompaña comenzaba a ir en consonancia con el volumen de su voz dentro y fuera del vestuario. Acaba de adquirir galones como tercer capitán, solo por detrás de Mosquera (ausente esta tarde por lesión) y Borges, quien todo apunta a que hoy lucirá el brazalete.
Arribas, al once
La decisión de Mel de prescindir del central no se revela una más. Supone la segunda llamada de atención a la plantilla. Al técnico no le tembló el pulso la pasada semana con Çolak, quien contra el Betis sí que figura en la lista, y ahora tampoco con Sidnei, santo y seña de un Dépor que abrió la temporada en pos de una temporada tranquila, pero que aún ni siquiera ha festejado la primera victoria. La ausencia del brasileño abre a Arribas las puertas del once y da a Albentosa la primera convocatoria del curso. En principio, este se sentará junto a Valverde en el banquillo, mientras Adrián y Lucas, quien sigue apuntalando su estado de forma, se juegan un puesto como acompañantes de Andone. Bajo palos, Pantilimon podría desbancar al desafortunado Tyton. En el Betis esperan dos exdeportivistas, Barragán y Guardado.
Mel insiste en que el central no está en su mejor versión
Pepe Mel justificó que Sidnei no se encuentra «en su mejor versión». «Tenemos que ser inteligentes, Sidnei es patrimonio del Dépor, un activo importante, no podemos obviar la calidad que tiene y todo el bien que nos puede dar si está al cien por cien, pero hay que recuperarlo en muchos aspectos, en el físico, en el anímico, en el técnico. No está en su mejor versión», subrayó después del entrenamiento de ayer. El madrileño abogó por «recuperarle» y, para ello, intentará «hacer un trabajo» con él «en todos los aspectos para que rinda». «Sidnei, con su potencial, nos hace ser mejores», añadió el entrenador, quien afirmó que el descarte del defensa central brasileño responde a motivos estrictamente técnicos. «Soy transparente, no sacudo mis responsabilidades. La decisión de que no esté en este partido es mía, exclusivamente. Que Sidnei vuelva a estar al nivel que puede estar es trabajo del propio Sidnei y mío como entrenador, tengo que llegar a él para sacar el máximo que tiene», expuso.
Precisó, además, que tuvo en cuenta también el mal inicio de campeonato del Deportivo, con un punto de nueve posibles, y el hecho de que el calendario se comprima con tres partidos en una semana. «¿Qué argumentos puedo presentar a mis futbolistas si de nueve puntos sumas uno y no cambias nada? Hay que ser justo y dar oportunidades», indicó. Y abundó: «Si queremos competir bien tenemos que tener a mucha gente enchufada. No es bueno dejar permanentemente a mucha gente fuera».