El portero se mantuvo invicto en liga durante su último curso en Rumanía y alargó racha en el City, al no jugar
04 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Con él no perdí un partido, con eso lo digo todo». Cosmin Contra hace trampa cuando rememora aquella racha inmaculada entrenando a Pantilimon. Le falta el asterisco que restrinja a la competición liguera la serie de encuentros invictos del técnico y el portero cuando coincidieron en la Politécnica de Timisoara. Fue justo antes de que el míster volviera a España para dirigir a los juveniles del Getafe y el portero se marchara a la Premier, prorrogando una trayectoria que haría las delicias de cualquier amante de la cábala. Abundan las coincidencias en la trayectoria de Costel Pantilimon.
En aquella temporada, la 2010-2011, la Poli tropezó un par de veces con el interminable arquero bajo palos. Fue en el cruce de Liga Europa, midiéndose a un Manchester City que al terminar el curso reclutó al meta perdedor siguiendo una escueta tradición inglesa. Estando en el Tottenham, Juande Ramos decidió arrebatarle a Heurelo Gomes al PSV después de que el brasileño los eliminara en una tanda de penaltis de la segunda competición continental. Los citizens optaron por un futbolista que al menos no les hubiera hecho caer.
Antes de irse a Inglaterra, Panti, como lo llama Contra, convirtió a su equipo en subcampeón de la competición rumana. Durante todo el torneo doméstico, los de Timisoara solo sufrieron dos derrotas, que coincidieron con ausencias del techo del plantel. La última vez que la presencia del portero no dio puntos a su equipo quedó fijada en la campaña anterior, en un choque con el Gaz Metan: 10 de mayo del 2010.
Su entrenador en el año más brillante de una amplia carrera (alcanza la docena de campañas como profesional) destaca de Pantilimon «su tranquilidad y una agilidad impropia de su altura». No es lo único atípico en el currículo de un meta de 2,03: «Es bastante bueno en el juego con el pie». Contra, que define además a su expupilo como «muy buena persona y un gran trabajador», califica de «muy acertada» la decisión del Dépor de ficharlo y augura al internacional «un buen futuro» en España. Lo condiciona, eso sí, a la continuidad que pueda tener: «Es un chico que necesita confianza, sentirse importante, para rendir a su mejor nivel».
El antiguo lateral ahora metido a entrenador cierra su análisis algo desconcertado: «Me extraña que en Inglaterra no llegase a triunfar».
Protagonista en el Sunderland
En realidad, durante las dos primeras temporadas, el portero sí tuvo éxito, con asterisco otra vez. No perdió un solo duelo de la Premier con el City. No llegó tampoco a disputarlos; solo participó en citas de distintos torneos coperos, con buen bagaje, eso sí: once intervenciones, nueve victorias y dos derrotas. Fue en su tercer curso en Mánchester cuando los problemas de Joe Hart le brindaron oportunidades en Liga. Se estrenó con un 7-0 al Norwich; pero en su segunda titularidad, el 10 de noviembre del 2013, le tocó el Sunderland como rival. El gol de Bardsley puso fin a la racha de duelos indemne de Pantilimon. Exactamente tres años y medio después de la derrota frente al Gaz Metan. No perdió más el meta en otros cinco encuentros como titular, pero acabada la temporada, el club lo dejó ir. Al Sunderland, claro.
Allí se convirtió en primera opción bajo palos a partir de la jornada diez, y durante cuatro ayudó al equipo a puntuar. A la quinta, el City visitó el estadio de la Luz. Jovetic, Zabaleta y Agüero (por dos veces) no tuvieron ninguna consideración con su excompañero, que se consolidó como primera opción en la portería de los black cats, pero a mitad del curso siguiente volvió a cambiar de equipo. Se fue, obviamente, al último conjunto que lo derrotó ante su público. 0-1 le ganó el Watford al Sunderland un mes antes de fichar a Pantilimon.
Con los hornets trabajó año y medio antes de su cesión al Dépor. Cerca estuvo de mantenerse nuevamente invicto en liga a base de no participar. Jugó dos partidos y perdió uno, contra el Liverpool. El 5 de noviembre del 2016 sustituyó a Heurelo Gomes, otro meta que acabó en la Premier gracias a la Europa League. Es probable que el 5 de noviembre del 17, el Atlético visite Riazor. Pantilimon no puede perder.