Guilherme y la nostalgia brasileña de Riazor

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

El Dépor apuesta por la continuidad de un centrocampista que enganchó desde el primer día a la afición herculina

15 jun 2017 . Actualizado a las 19:43 h.

El Deportivo ha cerrado la segunda incorporación de cara a la próxima temporada 2016-2017. Aunque era un secreto a voces, Guilherme Dos Santos continuará en A Coruña tras hacerse efectiva la opción de compra por el jugador, que ha firmado hasta el 2021.

El centrocampista brasileño, de 26 años, cumple así el gran deseo que ya manifestaba el pasado mes de mayo en una entrevista a La Voz: «Me gustaría seguir, mi hijo es coruñés y tanto mi familia y yo somos muy felices en A Coruña». Esa predisposición a siempre fue mutua con el club. Técnicos y directivos siempre se mostraron encantado con las prestaciones del jugador y su firma en propiedad solo dependía de la negociación con elUdinese.

Porque Guilherme Dos Santos ha sido un fijo esta temporada en el once herculino. Primero con Garitano y después con Pepe Mel, el medio disputó 30 partidos en Liga, 28 como titular y participó también en cuatro duelos en la Copa del Rey. Riazor recuperaba además un viejo anhelo, el de volver a ver sobre el verde a un talento brasileño erigiéndose en un jugador importante para el Deportivo. Con el listón por las nubes ante la ingente cantidad de talento brasileño del que disfrutó Riazor en las últimas décadas. Desde prácticamente la marcha de Filipe Luis, ningún brasileño fue capaz de consolidarse en el once herculino.

Las lesiones y el paso atrás

Guilherme venía de un año repleto de complicaciones en el Udinese. Tras un primer año (2014-2015) en Údine donde se erigió en el faro del equipo italiano en su primera experiencia en el fútbol europeo, las lesiones se cruzaron en su camino en su segundo año en el Calcio. Solo pudo disputar cinco partidos en nueve meses y ese paso atrás fue decisivo para que el Deportivo pudiese traer al jugador cedido.

Desde el primer momento Guilherme se metió en el bolsillo al público de Riazor. Centrocampista de gran técnica, con gusto por el balón y con capacidad de mover al equipo sus virtudes futbolísticas engancharon a la afición herculina. El propio Guilherme demostró personalidad y carácter desde que se enfundó la blanquiazul, participando siempre en la generación de juego y exhibiendo un gran entendimiento con el el que sería su principal acompañante en la zona ancha herculina; Celso Borges.

El gran puñetazo encima de la mesa del jugador fue en la jornada seis, en la visita del Dépor al Vicente Calderón, un duelo donde los herculinos dejaron una grandísima imagen pese a la derrota (1-0) con gol de Gameiro. En ese duelo Guilherme dio una exhibición, pasando por encima del centro del campo colchonero formado por Koke y Augusto Fernández, dando una lección táctica y siendo el motor de un Dépor que a punto estuvo de puntuar en el Manzanares. Fue el flechazo definitivo para la afición herculina.

Dentro de la enorme irregularidad exhibida por el Deportivo esta última temporada, Guilherme fue de los pocos que mantuvo cierta regularidad en su juego: «En cuanto tuve continuidad creo que estuve bastante bien. Físicamente me fui encontrando mejor y eso en mi juego influye mucho. Me da confianza y me hace mejor», explicaba a La Voz.

Apuesta firme del club

En el tramo final de temporada su fútbol decreció en la línea de lo mostrado por el equipo, sin embargo, el Dépor, en una apuesta firme por su figura, no dudó en abonar los cuatro millones de euros para hacer eféctiva la cláusula de compra, pese a las estrecheces económicas con las que convive la entidad. El brasileño ya promete emociones fuertes de cara a la próxima temporada, la que será la primera como futbolistas en propiedad herculina:  «Físicamente, pienso que el año que viene voy a estar más fuerte porque ya no precisaré de esa adaptación y no vendré de un tiempo inactivo», esgrimía.

Será su momento para dar un paso adelante, para consagrarse como un jugador capital en el once del Deportivo, un paso adelante que demanda la afición y todos los estamentos del club también a nivel colectivo. Una vez más Guilherme y el Deportivo irán de la mano, como desde el primer día, como esta primera temporada, en la que Guilherme recuperó la eterna nostalgia que Riazor vive y vivirá siempre con los futbolistas brasileños.