Real Madrid-Deportivo: De padre madridista, hija deportivista

TORRE DE MARATHÓN

BENITO ORDOÑEZ

La descendiente de Fernando Romay es una de las fundadoras de la peña blanquiazul Centenariazo

10 dic 2016 . Actualizado a las 17:42 h.

«Si hay algo que a un madridista le duele recordar es el Centenariazo». El que suscribe tal afirmación es Fernando Romay, el coruñés que durante años fue el techo del baloncesto español defendiendo las camisetas de la selección y del Real Madrid.

El exjugador blanco sabe bien lo que dice, pues para «colmo de males», como bien afirma, no solo le salió una hija deportivista, que celebró aquel título como pocos a pesar de estar de viaje, sino que años después «creó una peña del Dépor en Madrid y no le pareció lo suficientemente brillante que le tuvo que poner de nombre Centenariazo», ironiza el gallego.

Entre Madrid, A Coruña, el Real y el Dépor transcurre la vida en casa de los Romay, una familia que vive el fútbol con la camiseta cambiada. Cristina es madrileña pero del Dépor y Fernando coruñés pero del Madrid.

«Aunque me pilló pequeña (tenía siete años) la etapa de mi padre en Ferrol coincidió con el nacimiento del Superdépor. Posiblemente eso, y mis veranos en A Coruña, en donde mi familia es muy deportivista, hicieron que viera la luz, y me alejara de la influencia paterna», bromea Cristina.

Tanto se separó que incluso puso el dedo en la llaga de su padre cuando fundó la agrupación de seguidores blanquiazules en la capital de España. «Coincidió que Jorge [Álvarez, el presidente de la peña] vino a vivir a Madrid y detectó que ni había peña ni un sitio en el que poder ver los partidos juntos los deportivistas. Así que decidimos crear una peña. Lo del nombre, hombre, pues siendo en Madrid y con lo grande que fue aquel día, era fácil... Sí, a mi padre le escuece», se ríe.

La rivalidad en casa de los Romay se extiende durante la semana previa y posterior a los encuentros entre ambos equipos. Antes, incluso, la llevaban al campo. Pero últimamente, la joven voló. «Me pillo siempre las entradas de la afición rival. Prefiero ver el partido con los míos que infiltrada entre madridistas». 

Cariño hacia el Dépor

Aquella final de la Copa del 2002 sigue siendo la bandera que iza Cristina cuando el tema balompédico la enfrenta a su padre. Él se defiende con los últimos éxitos de su equipo. Lo que tiene claro Fernando Romay es que su cariño hacia el Madrid no es excluyente. «Me siento madridista, pero me gusta que el Dépor gane», justifica.

Cristina y Fernando. Fernando y Cristina. Hija y padre. Padre e hija unidos por su amor hacia A Coruña, pero separados por unas franjas azules sobre el fondo blanco de una bandera que hace del exbaloncestista un forofo del fútbol. «No suele ser muy futbolero hasta que llegan los partidos contra el Dépor y, no sé si por fastidiarme, pero saca su corazón más blanco», comenta la deportivista que esta noche apuesta por su equipo. «Nos toca ganar y hay que aprovechar la ocasión», advierte.