Los 100 partidos más intensos de Luisinho

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El portugués alcanza el centenario como deportivista en una trayectoria marcada por su rendimiento y su carácter

07 nov 2016 . Actualizado a las 19:53 h.

Luisinho salió como titular en Granada para cumplir su segundo partido consecutivo en el lateral zurdo la temporada que más discutido arrancaba. Y así, alcanzaba el centenario con la camiseta del Deportivo. 100 partidos desde que aterrizase en A Coruña en agosto del 2013, las canas aún incipientes, un fichaje de soslayo el mismo día que Fabricio regresaba al club coruñés. Desde entonces (29 victorias, 36 empates y 35 derrotas), Luisinho ha recorrido un largo camino jalonado por un buen rendimiento en el campo y un carácter indomable que le ha generado no pocos problemas, a él y al equipo.

Tras superar una de las crisis abiertas más escabrosas en el vestuario del Deportivo, después de su incidente con Arribas en un entrenamiento y el enfrentamiento frontal con el entrenador Víctor Sánchez del Amo, Luisinho se vio en una situación muy comprometida, pero esta temporada ha rebotado para volver a ser uno de los más usados de la plantilla coruñesa. Es una muestra de la trayectoria del ex del Benfica desde que llegara al Dépor. «Tiene muchísima capacidad de adaptación. Es un futbolista de calle, y eso es algo que en el fútbol europeo está desapareciendo», analizaba para La Voz Micael Sequeira, entrenador que dio la alternativa a Luisinho en el Sporting Braga.

AGENCIA LOF

Luisinho se convirtió en una pieza clave para el Deportivo de Fernando Vázquez toda vez que el club le hizo sitio en la masa salarial en pleno proceso concursal. En Segunda, jugó 31 partidos (30 de ellos como titular) y marcó sus tres goles como deportivista. Además, se apañó para rendir como extremo zurdo, una posición que no le era del todo natural. 

Para Víctor Fernández fue algo más que indiscutible, el jugador de campo que más minutos acumuló. Tampoco perdió minutos cuando llegó Víctor Sánchez del Amo al banquillo del Dépor, y sólo se perdió los 3 partidos que tuvo que cumplir sanción en la temporada. Una lesión le impidió tener esa regularidad la pasada temporada y después perdió el sitio en favor de Fernando Navarro, se desesperó hasta pensar en marcharse por la falta de oportunidades y después pasó lo que pasó y Luisinho se vio casi más fuera que dentro del Dépor.

El rendimiento en el campo del lateral portugués nunca fue un problema. Su capacidad para asociarse, llegar por la banda, la calidad de sus centros convirtieron a Luisinho en uno de los preferidos de la grada de Riazor. «Confío en mis capacidades, he jugado siempre, he demostrado mi valor y me resulta indiferente que sea Navarro o Marcelo el que venga. Yo tengo que trabajar para jugar porque los nombres no juegan. Tengo que ayudar al equipo, que es lo más importante», decía en la pretemporada del 2015. 

Pero el carácter volcánico que transforma al afable luso en un animal competitivo le ha jugado malas pasadas en no pocas ocasiones. Se las tuvo tiesas con el también caliente Culio antes de abofetear a Juan Carlos en un entrenamiento bajo las órdenes de Fernando Vázquez. Luego, fue expulsado en un partido contra el Hércules, por espetarle al árbitro: «Robo, esto es un robo. Sinvergüenza, de aquí no sales», a la vez que hacía un gesto con los dedos de las mano. Le costó cuatro partidos de sanción, y cuatro son las expulsiones que acumula en su etapa con el Dépor. Luego, vendría el tema Arribas y la herida abierta por el cruce de declaraciones entre Víctor Sánchez y su agente. 

Oscar Vazquez

Pero Luisinho sigue a lo suyo: jugar al fútbol. Al poco de llegar, Gaizka Garitano hizo tabla rasa y decidió contar con la prestancia del portugués para la banda izquierda. Luisinho ha respondido y reclama la titularidad. «Tengo la confianza del entrenador y eso es lo más importante. Lo que más me gusta es jugar al fútbol y lo tengo que demostrar en todos los partidos», dijo hace unas semanas. A sus 31 años y con contrato hasta el 2018, Luisinho reclama sus galones como centenario del Dépor.