Lucas deja una puerta abierta

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

La cordialidad marcó la despedida pública del coruñés: «No voy a ser menos deportivista por irme»

03 sep 2016 . Actualizado a las 12:52 h.

A Lucas, que salió vivo del terrible Karpaty y convirtió en aplausos la ira de la hinchada del PAOK, le atacó el vértigo al pisar Londres. «Cuando llego a una ciudad tan grande, pues me asusto -confesó ayer, enarbolando una sonrisa-. Monelos no sé cuántos habitantes tiene. Son seis torres grandes. Y el Barrio de las Flores, otro tanto de lo mismo. Da un poco de miedo». El Arsenal, nada menos, ha comprado el último estandarte coruñés, pagándolo a precio de estrella. Y ayer tocó despedida ante los medios. «Allí, en Londres, la prensa no entra en los entrenamientos», aclaró desde el atril de Riazor el futbolista, deslizando un mensaje para aquellos a los que en las malas llegó a identificar con el enemigo. En una semana ya sabe qué es lo que no va a extrañar de su tierra (los informadores, que molestan) y qué es lo que echará de menos durante los próximos cuatro cursos: las rotondas, que se cogen por su sitio.

«Ha llegado el día del hasta luego», arrancó el penúltimo portador del 7 blanquiazul. «Solo han sido dos años, pero llenos de muchas emociones. He dado lo mejor de mí, he sudado esta camiseta, es un orgullo y esto es un hasta luego -recalcó-. Hay un seguidor del Deportivo en Londres». Un aficionado más para el equipo al que llegó por fin hace un par de campañas después de un extraordinario periplo. «Cuando me marchaba para el País Vasco, Madrid, Ucrania o Grecia, nadie se acordaba de Lucas en el aeropuerto o nadie decía quédate», recordaba, aludiendo a aquella época tan cercana en la que el 70 % de su pase costaba millón y medio. Para el 100 % no había dinero en un club azotado por la crisis, según reconoció Tino Fernández durante el acto de despedida. «Las limitaciones del tope salarial», apuntó el presidente después de deshacerse en elogios y agradecimientos para el jugador y su agente.

Recado a Álvaro Vázquez

No perdió ocasión el mandatario del puyazo a Álvaro Vázquez y su representante tras la sorprendente espantada del catalán con el reconocimiento médico ya superado: «Estos cuando te dan la mano, te la dan. Es un honor rodearse de gente como Lucas y Rodrigo».

Halagos para el resto de patas de una «operación importante. Si sumamos lo que ingresa el Deportivo y otros clubes de Galicia, creo que es algo inigualable e imbatible». Multiplicar por más de diez lo invertido en un futbolista que además resultó clave para la última permanencia. Ahora, el delantero vuelve a dejar A Coruña, aunque, como sostuvo «siempre se deja la puerta abierta». «No voy a ser más deportivista o menos por marcharme. Esta es una oportunidad única. A la gente que está molesta, les digo que si en su trabajo le ofrecen una oportunidad mejor, si no la cogieran serían unos cínicos», manifestó, pensando en posibles voces críticas con su salida. Unas voces que aseguró no haber escuchado: «He estado en A Coruña estas semanas y por la calle la gente me ha dicho solo palabras de agradecimiento. Pienso que no dejo a nadie tirado, me marcho dando abrazos de todo el mundo, es una despedida buena dejando la puerta abierta de mi casa».

«El club está mejorando»

Semejante afirmación no implica un retorno seguro, porque el propio autor de 17 tantos en la pasada temporada invitaba ayer en sala de prensa a pasar página en torno a su figura: «De Lucas hay que olvidarse en el plano deportivo. Ahora mismo, Lucas es pasado. El Deportivo ha sido grande antes, es grande ahora y será grande». Insistió, por si no estaba claro: «Lucas es pasado, ha hecho una labor para el club y seguirá su camino y el Deportivo, otro». Al menos deja, en su opinión, un club mejor del que encontró hace dos años. «El club está mejorando paso a paso, volverá donde estuvo y donde se merece estar», profetizó.

Lo hará sin él, que se va para «jugar competiciones europeas, luchar por títulos, ir a la selección y compartir equipo con grandes jugadores». «Si me hubieran dicho con 10 años en un barrio de A Coruña que con 28 el Arsenal iba a pagar 20 millones por mí, le diría: estás loco».