El delantero de Silleda emigró de Vigo y se hizo un hueco en la élite goleando en España, Alemania e Inglaterra
07 sep 2016 . Actualizado a las 15:38 h.El Deportivo cerró su plantilla logrando sobre el cierre de mercado de verano la cesión del ariete gallego Joselu Mato (Stuttgart, 1991), que llenaba el vacío dejado por la marcha de Lucas Pérez al Arsenal.
A sus 26 años, Joselu tiene tras de sí una carrera deportiva marcada por los cambios constantes, su creciente progresión y sobre todo por sus goles. Nacido en Alemania pero criado en la localidad de Silleda, el hoy delantero deportivista ingresó desde muy joven en la cantera del Celta, donde pasó por las categorías cadete, juvenil así como el filial y el primer equipo.
Debutó en Segunda División con el Celta en el año 2009 de la mano de Eusebio Sacristán, cuando acababa de cumplir 19 años. En la temporada 2009-2010, ya como jugador a todos los efectos del primer equipo, el delantero disputó 28 partidos, en los que anotó cuatro goles. Pese a su juventud, la entonces acuciante necesidad económica del equipo celeste propició su marcha al filial del Real Madrid, que pagaba 1´5 millones de euros por el jugador, que era una apuesta firme del entonces director de la cantera blanca, Ramón Martínez, gran conocedor de la calidad de Joselu de su etapa en Vigo.
En el Real Madrid Castilla, el de Silleda explotó todo su olfato goleador. En su primera temporada compartió delantera con Álvaro Morata y cada uno de ellos anotó 14 goles que dejaron al filial blanco al borde del ascenso. Ese mismo curso, Joselu debutó en el primer equipo blanco ante el Almería y pese a entrar a cinco minutos del final del choque, el gallego dejó su impronta en forma de gol tras sustituir a Benzema.
La temporada siguiente, ya con Alberto Toril en el banquillo del filial, Joselu, que compartía vestuario con jóvenes como Carvajal, Cheryshev o Jesé se erigió en el gran faro goleador de los blancos. Fue la mejor temporada de su carrera en el plano anotador con 26 tantos en 37 partidos, siete de ellos en una excelsa fase de ascenso que propició la promoción de los blancos a Segunda División.
Pese a su falta de experiencia, el Hoffenheim alemán no dudó en desembolsar ocho millones de euros para hacerse con su fichaje. A sus 22 años, Joselu emigraba a Alemania mientras era un habitual en las selecciones inferiores de España Sub-19 y Sub-21. Su primer año en la Bundesliga se saldó con 25 partidos y cinco goles.
Sin embargo, el Hoffenheim le cedió al Eintracht de Frankfurt al año siguiente y Joselu no desaprovechó la oportunidad. Tras unos primeros meses complicados, el gallego hizo una gran segunda vuelta y firmó la que sería su mejor temporada en Alemania, anotando catorce goles en 33 partidos: «Los primeros siete meses fueron difíciles, no tenía continuidad, me costaba convencer al entrenador. Pero al final, con el esfuerzo diario, me fui haciendo un hueco en el once y llegaron los goles», explicaba entonces a La Voz el delantero.
Como siempre ha sido en su historia vital, su buen año en el Eintracht no le sirvió para asentarse en el equipo y volvió a hacer las maletas y firmaba por su tercer equipo de la Bundesliga en tres años. El Hannover 96 puso cinco millones de euros sobre la mesa para hacerse con su fichaje y allí volvió a demostrar su valía a base de goles. Fue titular indiscutible y acabaría el año con 32 partidos jugados y unos números de diez goles y tres asistencias.
Pese a tener tres años más de contrato con el Hannover, el proyecto del Stoke City le hizo cambiar de aires. El equipo de la Premier League pagó por él 7´5 millones de euros y Joselu se propuso triunfar en Inglaterra, sin embargo nunca acabó de consolidarse como titular y Mark Hughes le utilizaba casi siempre como revulsivo. En 22 apariciones, Joselu anotó cuatro goles.
Tras no contar para la próxima temporada, Joselu vuelve a La Liga consolidado en la élite y dispuesto a volver a demostrar todo su olfato goleador. Su carrera, atípica y cambiante le ha llevado al Deportivo en plena madurez deportiva, en una edad ideal y en un escenario adecuado para que su talento vuelva a brotar. Riazor espera con ansias que, junto a Florin Andone, minimicen a base de goles la marcha de Lucas Pérez.
