Lucas, con 16 goles, y Bastón, con 17, aspiran a cerrar la Liga como máximos goleadores españoles
23 abr 2016 . Actualizado a las 17:08 h.Si Lucas tira del carro en el Dépor, el gol en Ipurúa lleva el nombre de Borja Bastón. El partido de hoy (22.05 horas, La 1) ofrece la oportunidad de comprobar la evolución del actual jugador del Eibar, quien militó en el Dépor en el último ascenso y ha explotado esta temporada hasta distinguirse entre los mejores pistoleros de la Liga. A falta de cuatro jornadas, cuatro delanteros se juegan concluir la Liga como máximo pistolero español... y hasta reivindicar así su presencia en la lista final de convocados para la Eurocopa. Son Borja Bastón, Aduriz y Rubén Castro, los tres con 17 goles, y Lucas, quien los persigue con 16.
El primero y el deportivista se enfrentan esta noche en Ipurúa a punto de poner la guinda a la mejor temporada de sus vidas. Es imposible dar dos pinceladas del curso en A Coruña sin referirse al goleador callejero, uno de los futbolistas más decisivos de la Liga. Pero Borja no le va a la zaga. A aquella Bota de Oro en el Mundial sub-17 y a la grave lesión que padeció justo en su debut en Primera, le sucedieron cuatro temporadas en Segunda (Murcia, Huesca, Deportivo y Zaragoza) cedido por el Atlético de Madrid en las que no paró de progresar, y a punto de cumplir 24 años se confirma como toda una realidad.
Ahora el hijo de Bastón, el histórico portero de Marín que defendió la meta del Burgos a principios de los noventa, juega con barba, al tiempo que ha afilado su olfato de rematador nato. En A Coruña, de la mano de Fernando Vázquez, exhibió zancada y rachas. Aunque acabó como máximo artillero blanquiazul, son tan recordados sus mejores momentos (sobre todo el inicio de Liga, con cinco goles en las diez primeras jornadas) como sus lagunas: marcó otros cinco en las 32 restantes. El caso es que a mediados de marzo, tras la lesión de Salomão, llegó Ifrán, autor de cuatro tantos en los partidos finales.
El contrato de préstamo de Borja preveía otra campaña más, pero no acompañó a los blanquiazules a Primera, sino que acabó en el Zaragoza, donde completó una Liga de cuento, con 23 goles. Pese a que se pasó lesionado las últimas jornadas -fue William José quien jugó (y marcó) en la promoción-, le llegó la oportunidad soñada de Primera en el Eibar, que conformó su plantilla a última hora tras ocupar la plaza del Elche en Primera.
Así, en A Coruña no coincidió con Lucas, con quien comparte facilidad de remate, gusto por la carrera y pasado atlético, pues el ídolo coruñés militó unos meses en la base rojiblanca. Claro que el deportivista, de 27 años, es mayor que el actual jugador del Eibar, quien en diciembre bajo el diluvio ya jugó en Riazor y este verano regresará al Calderón. Quizá para confirmarse como reencarnación de Fernando Torres. O quizá tenga que seguir abriéndose su propio camino.