Un gol en propia puerta priva al Deportivo de un triunfo de carácter y agallas ante el Málaga

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

El equipo coruñés perdonó ocasiones pero remontó dos veces el marcador adverso antes de recibir un cruel empate en el 90 ante un rival que apenas inquietó

07 mar 2016 . Actualizado a las 09:56 h.

No hay concesiones para un Deportivo tan corajudo y con agallas como gafado. El Málaga, un equipo en franca mejoría futbolística en la segunda vuelta pero que en Riazor sólo creó peligro a balón parado en tres ocasiones que fueron gol, le privó de un triunfo más valioso por el carácter demostrado por los coruñeses que por los tres puntos. El Dépor mostró cabeza fría, temple, calidad y fe en sus posibilidades para rehacerse de todos los reveses, pero cuando ya acariciaba la victoria con el gol de Lucas, recibió el mazazo de un gol de Arribas en propia puerta que prolonga a doce la racha de partidos sin ganar (3-3). Esta vez, sin embargo, poco más pudo hacer el conjunto herculino para llevarse el triunfo: nunca le perdió la cara al partido, igualó el gol de Charles, remontó el de Camacho y tuvo ocasiones como para cerrar antes el debate. Ni el 15º gol de Lucas, ni el tanto 2.000 en Primera marcado por Cartabia acabaron por completar la sonrisa de un Dépor que mejoró su cara. 

De entrada, Víctor fue coherente con la versión que, de puertas afuera, da el vestuario sobre la crisis de resultados. Hace piña el Dépor ante los micrófonos para negar la mayor, y la alineación dio continuidad a los últimas decisiones del técnico. Contra pronóstico, se mantuvo el trivote, y la novedad vino por la presencia de Fede Cartabia en lugar de Fajr, que pagó los platos rotos de la goleada en Bilbao. Sea como fuere, ante un Málaga armado con dos puntas más pensados en liderar el trabajo defensivo que el ataque, el Dépor hizo un digno ejercicio para imitar al equipo firme, bien asentado en sus líneas y afilado en sus llegadas, aquel que vivió feliz más de la mitad de Liga. 

Esta vez sí le dio motivos su equipo a Víctor para lamentar la efectividad en ataque cuando el Málaga se puso por delante en el marcador y llevó a Riazor a un estado previo al ataque de nervios. Acertó Charles tras prolongación de Albentosa en el primer córner de los andaluces, si no la primera llegada con sentido sobre el área de un Lux que no paró ninguna más. Porque antes del tanto del ex del Celta, Lucas Pérez y Mosquera erraron en boca de gol tras los mejorables rechaces de Kameni en centros desde ambas bandas. Poco después, Fede Cartabia chutó con mucho peligro buscando la comba a la escuadra derecha de Kameni, pero Weligton impidió saber si había acertado. Fue tras la mejor jugada del Dépor, a los 22 minutos, con Luis Alberto descargando a Borges, éste encontrando a Bergantiños para la asistencia al argentino. 

Alternaba momentos de repliegue intenso y salida rápida el Dépor con combinaciones aisladas pivotando con Lucas y Luis Alberto, tan móviles como lejos muchas veces de la zona de remate. Con el 0-1 en contra, Riazor animó a los suyos pero el paso de los minutos era una cuenta atrás llena de ansiedad, cada segundo pesando las once jornadas sin ganar, las últimas tres derrotas consecutivas. El partido no era para perderlo pero, cuando Lucas erró lo impensable a la media hora, el fatalismo corría sin freno por el deportivismo. El coruñés había roto el fuera de juego a la perfección, controló ante Kameni, y ahí se le hizo de noche: erró el tiro entre las piernas del camerunés, pero recibió el rechace, se acomodó a la zurda y ahí volvió a errar cuando la meta rival la defendía Weligton.

El fútbol le dio un respiro al Dépor, que no había pasado apuro alguno salvo la anécdota del gol de Charles. Antes del descanso, una buena llegada de Fede Cartabia por la derecha le permitió al argentino poner un centro raso y firme al corazón del área. Ahí irrumpió Borges con olfato para definir lo que Lucas y Mosquera no pudieron antes. El gol del costarricense dio aire a los coruñeses ante un Málaga mermado por las lesiones en la convocatoria y en pleno partido. Perdió a Kameni, Chory Castro y Santa Cruz antes de la hora de juego y Javi Gracia se quedó sin cambios muy pronto. El Dépor salió al campo dispuesto a meter una velocidad más a su juego. Se revolucionó un tanto pero perdió algo de claridad. Le costó romper en los últimos 20 metros al equipo coruñés ante un Málaga que empezaba a apostar fuerte por el empate. 

Marcos Míguez

No era capaz de meterle mano el Dépor al partido y de nuevo un córner penalizaba su falta de claridad en ataque. Esta vez Camacho cabeceaba imperial para batir a Lux. Volvía el marcador adverso y volvía la presión a los blanquiazules. Amenazaba zozobra el Dépor, pero le rescató un chispazo individual. Fede Cartabia, la gran apuesta de Víctor en el once, agarró la pelota pegado a la cal, condujo con rapidez y rompió a Weligton; nadie ayudó al central y Cartabia batió a Ochoa con facilidad. El golazo, digno de la efeméride del tanto 2.000 en Primera, despertó al Dépor, que tocó a rebato. Comenzó a jugar cada vez más cerca del área rival, ante un Málaga sin salida a pesar del compás de Camacho. 

El empate premiaba el trabajo y la capacidad de reacción de un Dépor que, con todo en contra pudo hundirse y no lo hizo. Luis Alberto salivó un buen remate dentro del área poco antes de que Riazor enloqueciese con el 3-2. Borges cambió el sentido del juego, Fajr colgó al punto de penalti y ahí Lucas estuvo más vivo que Weligton para sacarse la espina de sus fallos en el primer tiempo. Se fundió el equipo con la grada en la celebración, la ansiedad aliviada en un grito conjunto. La remontada demostraba la fe, la cabeza fría y la calidad de un Dépor en necesidad de reivindicarse. Por eso, lo cruel del empate final. Víctor había retirado del campo a Cartabia y a Lucas para meter a Jonás y Oriol en busca de centímetros y músculo. Pero otro centro al área del Málaga, este desde 40 metros, lo quiso despejar Arribas con la fatalidad de que encontró la portería de Lux en vez del córner. 

El Deportivo pudo con casi todo ante el Málaga, pero ya no con un gol en propia puerta en la frontera del minuto 90. El equipo coruñés acumula 12 jornadas sin ganar, las mismas en las que no deja su portería a cero, pero al menos se reencontró con algunas de sus mejores sensaciones, creó ocasiones suficientes para llevarse el triunfo y demostró carácter y sangre fría, algo que necesitará para poner sello a la permanencia.

Ficha técnica

3 Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Navarro, Luisinho; Álex Bergantiños (Fayçal Fajr, min.68), Mosquera, Borges; Fede Cartabia (Jonás Gutiérrez, min.83), Luis Alberto; y Lucas Pérez (Oriol Riera, min.85).

3 Málaga: Kameni (Ochoa, min.37); Rosales, Albentosa, Weligton, Miguel Torres; Atsu, Camacho, Recio, Chory Castro (Horta, min.46); Santa Cruz (Pablo Fornals, min.54) y Charles.

Goles: 0-1, min.29: Charles. 1-1, min.44: Borges. 1-2, min.63: Camacho. 2-2, min.69: Fede Cartabia. 3-2, min.81: Lucas Pérez. 3-3, min.89: Arribas, en propia meta.

Árbitro: Velasco Carballo, del colegio madrileño. Expulsó a Camacho (min.93) por doble amarilla. Amonestó a Luis Alberto (min.21), Álex Bergantiños (min.45+4), Mosquera (min.78) y Lopo (90+4) del Deportivo; y a Miguel Torres (min.41), Charles (min.53), Albentosa (min.94) del Málaga.