El Deportivo cae con estrépito ante el Athletic y empeora sus sensaciones

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

El equipo coruñés emite señales preocupantes y encaja la tercera derrota consecutiva, que pudo ser más amplia

03 mar 2016 . Actualizado a las 12:40 h.

Pocos paños calientes se pueden poner a un Deportivo hipotenso, sin respuesta física ni futbolística al festival del Athletic. Cinco minutos de espejismo en el segundo tiempo anunciaron la posibilidad de un partido que, en los 85 restantes, fue un monólogo de los vascos para regocijo de San Mamés. El Dépor se vio rebasado individual y colectivamente (4-1), y pudo encajar una derrota aún mayor que hiciera de caja de resonancia a la tercera caída consecutiva y el undécimo partido sin ganar. Esta vez, ni las sensaciones le quedan a los de Víctor Sánchez, un saco de boxeo en defensa, un cuchillo romo en ataque por mucho que Lucas le regalase a Oriol Riera el único destello de competitividad de un equipo cuyas señales se asemejan al SOS.

La lluvia de San Mamés ayudó a desteñir más aún a un Dépor que casi pierde hasta la franja de la segunda camiseta. El Athletic pasó por encima de todo lo que echó el equipo coruñés en cara. Ni los centímetros por los que apostó Víctor para hacer frente al juego aéreo de los vascos, ni los cambios anunciados tras el fiasco ante el Granada sirvieron de mucho a un Dépor que dio otro paso atrás, emitiendo esta vez síntomas verdaderamente preocupantes. El conjunto blanquiazul se vio rebasado en todos los aspectos del juego durante 45 minutos de tormento por parte de los leones, que desbordaron por la derecha con facilidad, robaron a placer con su presión, mezclaron a la perfección Muniain y Beñat, y Aduriz remató hasta permitiéndose fallos infrecuentes en él.

Todo ante un Dépor impotente, cuyo centro del campo no achicaba, su defensa adelantada era incapaz de frenar los avances en tromba, y su mejor jugador recibía a 60 metros de la portería rival. Lucas era el único clarividente con la pelota, pero lo hacía muy lejos de Iraizoz. Las contras del Dépor eran un tembleque, muchas veces llevadas por un Jonás a pierna cambiada en la izquierda. Apenas un tiro de Fajr se interpuso en la tormenta desatada por un Athletic mucho más activo de piernas, intenso y agudo en su fútbol. Susaeta y De Marcos encontraron una mina en la banda derecha, Muniain y Beñat tejieron el fútbol a placer y sólo la falta de acierto de Aduriz mantuvo con cierta vida al Dépor, que se fue al descanso 2-0 abajo y gracias.

Muniain empujó a gol a los 12 minutos después de que De Marcos llegase a línea de fondo y Raúl García se merendase a Laure en el salto. A los 35, Aduriz aprovechó la galopada de Susaeta lanzada por Beñat para ampliar la renta. Entre la media hora de juego y el descanso, el Athletic generó clarísimas situaciones de gol que el Dépor espantó de milagro. Sobre todo en las botas de Aduriz, que marró tres que no suele. Pletikosa le sacó una con los pies en su primera parada en 8 meses. Luego no llegó por un palmo a un centro de Lekue desde la izquierda y cruzó en exceso un remate franco con la cabeza y luego otro con los pies. 

Luis Tejido | Efe

No hubo respuesta en un Dépor muy impreciso con el balón. Perdió varias veces la pelota en zona de mucho peligro, ante la presión del rival y la inoperancia de los centrocampistas y los centrales coruñeses para dar salida al equipo. Fue una esponja en defensa, absorbiendo todas las llegadas, mal en el fuera de juego y expuesto en cada jugada por banda y entre líneas. Pareció coger algo de aire mediado el primer tiempo, pero se descompuso sin remisión en el último cuarto de hora, cuando pudo ser goleado. 

Tras el descanso, entraron Juanfran y Cartabia para reformar las bandas. El Dépor salió con la rabia propia de quien le han pintado la cara. Puso más mordiente en las primeras acciones y Fede profundizó por la izquierda más que su compatriota en 45 minutos. Apretó lo justo para encontrar un gol en otra pelota peleada con fe y calidad por Lucas, que no se creyó en fuera de juego, se anticipó a Iraizoz y le regaló el 2-1 a Oriol, que empujó. Se abría el partido de manera insospechada, y el Athletic se encargó de cerrarlo sin opción de respuesta. Susaeta puso un centro en la cabeza de Aduriz, que no perdonó en el 52, la jugada siguiente al saque de centro. Y pocos minutos después, el ariete vasco aprovechaba la blandura de Mosquera en el punto de penalti para fusilar en el rechace a un nuevo centro al área blanquiazul.

El 4-1 con media hora por delante fue un calvario para un Dépor impotente. Mientras Valverde se permitía el lujo de dar descanso a Muniain, Beñat y Aduriz, Víctor optaba por meter a Manuel Pablo para evitar la expulsión de un Navarro muy caliente con el goleador del Athletic. Lo único que pudo ocurrir de ahí al final del encuentro fueron más goles del equipo vasco, que se gustó ante su afición. Los tímidos intentos de Lucas y de Cartabia fueron anécdotas para un Deportivo llamado a una seria reflexión para encontrar el fondo de esta caída que amenaza con echar por tierra todo lo logrado en su brillantísima primera vuelta.

4 - Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Lekue; San José, Beñat (Mikel Rico, m.67); Susaeta, Raúl García, Muniain (Balenziaga, m.74); y Aduriz (Sabin Merino, m.78).

1 - Deportivo: Pletikosa; Laure (Juanfran, m.46), Lopo, Arribas, Navarro (Manuel Pablo, m.63); Fayçal Fajr, Mosquera, Celso Borges, Jonás Gutiérrez (Fede Cartabia, m.46); Lucas Pérez y Oriol Riera.

Goles: 1-0, m.13: Muniain. 2-0, m.36: Aduriz. 2-1, m.51: Oriol Riera. 3-1, m.53: Aduriz. 4-1, m.30: Aduriz.

Árbitro: Mateu Lahoz (Valencia). Mostró tarjeta amarilla a los locales Aduriz (17'), y a los visitantes Mosquera (17), Borges (28), Lopo (59).