Víctor se ha ganado un año más, pero no tres

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

TORRE DE MARATHÓN

27 ene 2016 . Actualizado a las 17:53 h.

La llegada de Víctor Sánchez del Amo al Deportivo fue una apuesta arriesgada. Nunca había ejercido como primer entrenador. Cogió un equipo en situación delicada -pero fuera de los puestos de descenso- y lo salvó de forma angustiosa en el ya mítico encuentro del Camp Nou.

Ahora, con más de la mitad de la temporada concluida, puede asegurarse que Víctor ha hecho una excelente campaña. Se ha ganado la renovación porque a estas alturas el Dépor enfila la salvación con cierta solvencia.

Sin embargo, algo parece haber sucedido en los últimos tiempos, porque se ha pasado de una renovación por tres temporadas a un contrato por solo una. Hasta el propio Tino se manifestó públicamente a este respecto. Pero al margen de por qué se ha producido un cambio en la duración del acuerdo, cabe preguntarse si el mismo es bueno o no para el club.

Y sí que lo parece. A medida que pasa el tiempo, Víctor y el club se conocen mejor. El Deportivo ha comenzado a saber sus fortalezas y debilidades y quizá de este conocimiento haya salido una postura más prudente que la inicial. Víctor es muy trabajador, prepara los partidos con minuciosidad y fruto de ello acierta más que falla en los planteamientos de los encuentros. Pero, como contrapartida, se mueve peor en plena acción. Sale mal parado cuando de improvisar se trata y le cuesta dar con la tecla cuando hay que variar el rumbo de un partido. En este incipiente entrenador que es Víctor, hay más de trabajo, conocimiento y constancia, que de talento y oficio. Necesita tiempo. Igualmente, le faltan algunas cocciones en lo que se refiere al manejo del vestuario y del entorno del fútbol.

En cuanto al juego, su Dépor es competitivo, sólido y solidario, pero falto de vuelo y alegría. A veces, da la sensación de que tiene mimbres para hacer un cesto más atractivo, pero evolucionar hacia un fútbol menos espeso quizá sea cosa de la próxima temporada. Por todo ello, parece un acierto la renovación por un año y no por tres.