Punto a la sangre fría del Deportivo

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El acierto blanquiazul en ambas áreas logró disimular la clara superioridad del planteamiento local

17 ene 2016 . Actualizado a las 19:52 h.

«¿Eso es todo lo que tienes, George?». El Dépor convirtió San Sebastián en Kinsasa y se dedicó a poner la otra mejilla hasta desquiciar a la Real. Al final, solo un terrible error de Jonás le impidió mandarla a la lona. Lux tomó la piel de Alí en una soberbia lección de encaje sin rasguños, conteniendo al frente de ataque donostiarra. A Eusebio, metido a Foreman, apenas le rindió el permanente flujo de ocasiones, mientras que Víctor se alió con la incombustible fe de Lucas y la clase de Luis Alberto para sostenerse en la velada. Perdida la solidez, los coruñeses tuvieron al menos un punto de sangre fría.

Errores en el pase

Menos del 70% de acierto. Tampoco es que el conjunto blanquiazul se moviera sobre Anoeta como una mariposa; lo hizo más bien a trompicones. Cedió sin tapujos la posesión a la Real (65% - 35%) y se equivocó con frecuencia al trasladar la bola a campo adversario. Más de un 30% de los pases fueron a parar al rival. Lux se convirtió, también en la creación de juego, en el recurso habitual del Deportivo. Una apuesta común en muchos encuentros de esta campaña. Ayer, sus balones largos hicieron poca mella en la zaga local, superior hombre por hombre a la envergadura del ataque coruñés. Juanfran y Yuri se citaron hasta ocho veces por alto. Cinco se las llevó el espigado lateral zurdo.

Ocasiones concedidas

Inferioridad en las bandas. Y mientras los de Víctor lo fiaban al juego directo, Eusebio se ciñó al guion e intentó explotar las bandas. Nada que el míster blanquiazul no hubiera previsto y ensayado tras la lona de Abegondo. Apenas sacaron los visitantes ventaja a su conocimiento y pronto arrancó la lluvia de balones sobre el área. Si ya en el Bernabéu había empezado a marchitarse la extraordinaria media de disparos recibidos (10,4 antes de viajar a San Sebastián), de Anoeta salió un poco más tocada. La Real disparó 16 veces, seis entre los tres palos y dos más contra la madera. El Dépor solo chutó siete (cuatro a puerta).

Sufrimiento entre líneas

Vela, un incordio. El que más lo intentó fue Jonathas, que ganó varias veces su duelo con Lopo, obligado ayer a bailar con la más fea. La movilidad del brasileño sacó de sitió al catalán y abrió espacios a la espalda de la zaga. Por allí se coló un Bruma hiperactivo para optimizar la resurrección de Vela. El mexicano fue el hombre con más peso en la Real, ocupando la tierra de nadie entre los centrales y Bergantiños. Entró hasta cien veces en contacto con el cuero (en el Dépor, Lux lo tocó en 58 ocasiones, por delante de Bergantiños y Navarro) y se sirvió del buen pie de Prieto (95% de pases buenos) en las transiciones.

Desconexión ofensiva

Trabajo constante en punta. La obsesión con el blindaje limitó a los laterales blanquiazules, desarmó las bandas y dejó toda la producción ofensiva a pies de Luis Alberto y Lucas. Una mezcla perfecta, también como incomodísima primera línea de presión. La velocidad de Elustondo (lateral reconvertido en central por Eusebio) y un paradón de Rulli evitaron que el dúo hiciera más sangre en área donostiarra. En la coruñesa, Lux aguantó en pie casi hasta el final de la velada.