Arribas defiende la calidad humana del delantero celeste, que «en el campo se transforma»
11 nov 2015 . Actualizado a las 14:01 h.Fueron compañeros y residentes en Sevilla y el día 21 se reencontrarán en Riazor como enemigos íntimos. Uno defendiendo la elástica del Dépor (Alejandro Arribas), el otro la del Celta (Iago Aspas). En Nervión coincidieron un año y entablaron una amistad que perdura. Tanto estrecharon sus lazos que ni un derbi los puede romper. Porque para el blanquiazul, ese genio indomable capaz de rebelarse contra Marchena y autoexpulsarse o calentar un derbi con polémicas declaraciones, se transforma en «muy buena gente».
A menos de dos semanas para la disputa del duelo de Riazor (sábado 21, 22.05 horas, La 1), el central madrileño rompe con el estereotipo de la rivalidad que se le presume a un derbi y sale en defensa del que junto a Hugo Mallo enarbola la bandera de ese sentimiento futbolístico por el bando celeste.
«Iago es un ejemplo de esos jugadores que dentro son de una manera y se transforman a la hora de competir, pero que fuera son de otra. Dentro de ese nivel competitivo de sentimiento que él tiene por el Celta lo vive mucho, sobre todo en un derbi y puede decir alguna palabra de más. Pero el que lo conoce fuera sabe que es muy buena gente y que ama al Celta por lo que en caliente dice cosas que luego no piensa», asegura el futbolista blanquiazul.
Tal es el aprecio que siente por él y la admiración como futbolista que es un jugador al que Arribas querría tener siempre en su equipo. «No lo vamos a descubrir ahora. Es un jugador magnífico que todo el mundo querría tener en su equipo. Es muy bueno. Este año lo está demostrando. La pasada temporada no tuvo muchas oportunidades, pero lo poco que jugó creo que metió diez goles. En esta, con total confianza, está demostrando lo gran jugador que es», subraya el central madrileño, que aguarda el derbi con gran entusiasmo: «Tengo mucha ilusión por ver el ambiente que se genera en torno al partido», explica.
Una expectación por el ambiente, por verse con su ex-compañero y por lograr la victoria. Porque la amistad, como es habitual en el deporte, se deja en el vestuario. «Ojalá podamos celebrar el triunfo con la afición», enfatiza.
Porque más allá de amistad o rivalidad, el deportivista ve al Deportivo en un momento óptimo para plantarle cara a un Celta que «juegue contra quien juegue, lo hace de la misma manera, creando muchas ocasiones». Pero para él, el Dépor está en buena línea y con ganas de sumar tres puntos porque «después de cinco partidos seguidos sin ganar, ya es hora».
«El equipo [el Deportivo] está bien situado en la tabla. En la zona tranquila. Todo el mundo habría firmado a principio de temporada estar así a estas alturas de campeoanto. Es cierto que no ganamos ninguno de los últimos partidos, pero sí lo hicimos anteriormente y eso nos permite estar en esta posición. Además, tampoco estamos perdiendo. Todo lo que sea sumar, y máxime contra rivales directos y en su casa [se refiere al partido contra el Levante] creo que puede ser positivo».