La fe del Deportivo le permite salvar un empate ante un rocoso Athletic

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

Los goles de Lucas y de Arribas en el tramo final del encuentro premian la constancia de los coruñeses, que nunca encontraron su juego ante la propuesta física del rival

18 oct 2015 . Actualizado a las 23:34 h.

Hacía 7 partidos que el Deportivo no lograba acabar en empate un 0-2 en contra. Ante el Athletic, pegajoso y pesado en la presión, no parecía el día para romper una racha que se remontaba a aquella tarde en el Camp Nou en el que los corazones amenazaron con romperse. Pero este Deportivo es distinto, incluso en los días más grises en los que su fútbol de toque y vértigo arriba se queda en la telaraña de la presión del rival. Al Dépor le costó encontrar las constantes que le elevaron a un arranque brillante de Liga, pero no se dejó la que nunca puede faltar cuando las cosas no salen. Tuvo fe el equipo coruñés y, como en el Camp Nou, de nuevo le hizo creer un golazo de Lucas que actuó de toque a rebato. Arribas encontró el empate con esa pizca de suerte necesaria, y los blanquiazules rescataron un punto de los que se solían ir por el desagüe ante rivales de la entidad del Athletic. 

El partido se acercó más al diseño que tenía en su cabeza el Athletic que lo que le gusta dibujar el Deportivo de esta temporada. Sorprendió Víctor Sánchez con la segunda titularidad del poco usado Cani, adelantado sobre el lateral derecho Juanfran. Por ese costado del Dépor pavimentó su camino el Athletic, percutiendo una y otra vez con Susaeta más Balenziaga para lanzar el vuelo de los cabeceadores rojiblancos. También llamó la atención que saliese de inicio Juan Domínguez, no ya por las cualidades futbolísticas del canterano, sino por la clara ventaja en el juego aéreo (tan preparado por Víctor en la previa) de un Borges al que le pesó el viaje con su selección. No se notó en demasía en el juego, porque el Athletic minó la zona central del campo, por donde sólo se veían pasar los balonces hacia los costados o las áreas. No pudo tener peso Juan como tampoco lo tuvo Mosquera, anónimo para lo que viene siendo habitual en el futbolista que más entra en contacto de la plantilla coruñesa en lo que va de temporada. 

No pintaba bien el inicio cuando al primer minuto Susaeta apuró línea de fondo para un centro peligroso tras sorprender Beñat en el saque de una falta. Una accion que parecía un flashback del duelo contra el Sporting. Luis Alberto respondió poco después con un buen chut, pero el arranque fue del Athletic, rocoso, directo, sin pretensiones en su juego pero machacón y persistente, imponente en ocasiones en el choque. Aduriz llegó una décima tarde a un pelotazo desde el fondo y remató a Lux en vez del balón. El ariete le amargó la noche a a Arribas, aunque el dominio vasco se traducía más en sensación de inquietud que en ocasiones. Del Dépor no llegaban reportes, desconectado de su juego habitual, falto de ritmo Cani para mantener el hilo del partido, sin llegadas por las bandas. Fayçal escapaba de la izquierda con Luis Alberto y Lucas coo delanteros, y ni Juanfran ni Navarro se prodigaron subiendo su carril.

El gol de Williams, sin embargo, llegó cuando la cosa pintaba a tablas. El Dépor había normalizado la situación, empezaba a relacionarse con el balón más allá del balón largo apurado por la presión del Athletic. Pero Luis Alberto perdió un choque con un rival, quedó tendido en el suelo, y de nuevo por la banda izquierda del ataque el conjunto de Valverde explotó el despiste defensivo del Dépor. Williams remató de manera contundente el centro de Balenziaga. El Deportivo reaccionó rabioso al revés. siempre amarrado al peligro constante de Lucas Pérez, que se inventó de la nada dos jugadas de gol. Primero, arrancó por la derecha para meter la pelota en el corazón del área. Juan Domínguez buscó el taconazo y Luis Alberto remató en área pequeña. El balón se fue al palo cuando todo el mundo lo vio dentro. Apenas 7 minutos después, Fayçal lanzó la carrera de Lucas, que sin demasiado ángulo soltó un latigazo que repelió con problemas Gorka. En el rechace, de nuevo Luis Alberto puso la rosca en toda la cruceta.

Las ocasiones eran fogonazos del juego habitual del Deportivo esta temporada, algo de lo que estaba huérfano ante el Athletic. Amenazó en la segunda parte con un golpe de pedal distinto, con Luis Alberto más abierto y Fayçal tratando de influir por el centro. Le costaba llegar al área de Gorka, pero el Dépor parecía ponerle una marcha más al partido ante un Athletic que se dejaba querer. Víctor no tardó en mover fichas: Borges y Riera entraron para juntar tres delanteros en el campo y más poderío físico. No tuvo tiempo de testar las novedades, porque el costarricense fue tibio en el choque con Laporte, que inició la contra perfectamente afilada por el pase de Raúl García y definida con la calidad del mejor ariete español en las botas de Aduriz.

El 0-2 sonó demasiado pesado cuando cayó sobre Riazor, inmejorable en su aspecto para festejar el día de las peñas. No había creado muchas ocasiones en el mejor tramo del partido y con el tanto de Aduriz se veía abocado a exponerse a las contras de los leones. Amenazó Aritz pero le dio un ataque de generosidad ante Lux, que después no despejó un balón suelto en el área con Laporte en fuera de juego delante del gol. Cartabia fue el último cartucho para un Dépor a la desesperada y sin claridad, ausentes las ideas, el orden y la pizca de suerte de otras tardes. Porque el Dépor pudo empatar sin hacer grandes alardes.

PACO RODRÍGUEZ

El golazo de Lucas

Fue de nuevo Lucas quien metió a su equipo en el partido, como hiciera en Barcelona el día del milagro. Enganchó un remate imposible tras un mal control, una tijera brutal que sorprendió a Gorka para romper la red. Poco después, Sidnei, convertido en ariete en el tramo final del choque, paró el tiempo en el área y puso un pase goloso, que ni Lucas ni Arribas intuyeron y le cayó a Oriol Riera. El catalán, con todo a favor, la mandó a la grada. 

Aún quedaban otros diez minutos de furioso arreón. El Dépor buscó a Oriol en el balón largo con Lucas atento al rechace. Fueron minutos de intensidad e intención, pero poca cabeza. Rozó el punto el equipo coruñés, con dos palos y una ocasión flagrante al limbo. Y lo acabó encontrando, de nuevo con otro centro de Juanfran por la derecha, como en el gol de Lucas. Recortó el madrileño hacia su zurda, encontró a Cartabia en el área y el centro del argentino lo cabeceó Arribas en el punto de penalti. De Marcos desvió con el pecho y Gorka no pudo evitar el 2-2. Riazor temía la segunda derrota en casa pero explotó ante el ejercicio de fe de los suyos, que en un día gris de fútbol supieron evitar males mayores con un empate de los que no se cosechaban en otros tiempos de mayores penurias. 

2 - Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Fernando Navarro; Juan Domínguez (Borges, min.56), Mosquera; Cani (Oriol Riera, min.60), Luis Alberto (Fede Cartabia, min.70), Fayçal Fajr; y Lucas Pérez.

2-Athletic de Bilbao: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat; Williams (Sabin Merino, min.76), Raúl García (Eraso, min.83), Susaeta (Lekue, min.80); y Aduriz.

Goles: 0-1, min.30: Williams. 0-2, min.63: Aduriz. 1-2, min.79: Lucas Pérez. 2-2, min.89: Arribas.

Árbitro: Jaime Latre, del comité aragonés. Mostró amarilla a Lucas Pérez (min.62) y Sidnei (min.85), por parte del Deportivo; y a Laporte (min.65) y Beñat (min.75), por parte del Athletic.