El Deportivo gana al Rayo Vallecano y rubrica sus buenas sensaciones

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

El equipo coruñés ahoga a los madrileños con su presión y resuelve en ataque con un Lucas de nuevo determinante

15 sep 2015 . Actualizado a las 18:05 h.

El buen sabor de boca de los dos empates anteriores dio paso a la convincente victoria de un Deportivo en franca mejoría. El equipo coruñés rubricó muchos de los detalles positivos de sus actuaciones ante Real Sociedad y Valencia, y se dio el gusto de ser dominante y contundente ante el Rayo Vallecano, que acusó sus bajas en defensa y al que explotó los defectos ya por todos conocidos. El Dépor fue un trabajador estajanovista en la presión del inicio de la jugada del rival y acompañó su esfuerzo con la calidad resolutiva de un Lucas Pérez que combinó a la perfección las dos vertientes del equipo coruñés. El delantero volvió a acertar ante el gol y fue un tormento constante para la zaga del Rayo. Luis Alberto y Borges también vieron puerta para un Dépor que duerme en séptima posición, tan lejos en la tabla como en sus constantes vitales de los síntomas que transmitía la temporada pasada.

A Víctor Sánchez debió de gustarle mucho lo que vio del Deportivo en Mestalla hace quince días porque optó por el mismo once de salida. Poco le importaron las pruebas hechas con Cartabia y Luisinho, o que Borges acumulase minutos y un tobillo maltrecho con su selección. El técnico blanquiazul le dio la camisa 21 a Luis Alberto para rubricar las buenas sensaciones de Valencia hasta que le dejaron el tobillo hecho un cristo. El ex del Málaga se alternó con Fajr la mediapunta y la banda izquierda, por donde pisó mucho campo del Rayo. Lucas se desfondó como referencia en ataque, liderando un sobresaliente trabajo defensivo en la primera línea. El Deportivo defendió mejor de medio campo hacia delante que hacia atrás, taponando las vías de creación del Rayo, que siempre arriesga sacando la pelota jugada y se vio asfixiado por momentos.

La presión adelantada fue la virtud del Dépor y la pegada la ejecutora en la primera parte. Asentado en dos centrales cada vez más sólidos, el equipo coruñés se vio algo comprometido en los costados, donde Ebert y Quini en la derecha y Embarba en la izquierda incordiaron lo suyo. Ahí cabeceó Javi Guerra a gol, pero en posición adelantada. Para entonces, ya mandaba el Dépor en el marcador. Muchas veces recuperaron los blanquiazules en la medular y ahí sus puntas son flechas. Luis Alberto recibió en carrera por la izquierda, se perfiló a su diestra y le puso el balón a Borges en la cabeza. El tico se elevó entre dos rivales y mandó la pelota por encima de Juan Carlos, para renovar así los votos que hizo la pasada temporada con Vallecas como goleador.

El 0-1 premiaba la sólida puesta en escena de un Deportivo que no titubea en el centro del campo, ordenado en defensa, tremendamente trabajador en su zona de ataque y con sensación de poder crear peligro cada vez que agarraba la pelota en los últimos 30 metros. Ahí le faltó algo de pausa al equipo de Víctor, especialmente a Fajr, algo acelerado en sus acciones. Juanfran percutió pero no fue demasiado preciso y Lucas entró muy poco en contacto con la pelota. La posesión coruñesa se consumía en segundos y eso dio opciones al Rayo, impreciso, sin encontrar ni a Trashorras ni a Pablo Hernández (su rutilante fichaje veraniego). Una pérdida de Mosquera en zona comprometida permitió a Ebert habilitar a Embarba, que superó a Lux en la salida para empatar.

Marcador corto

Fue entonces cuando el Dépor demostró la nueva pasta de la que está hecho. Agarró la pelota de saque de centro, combinó con rapidez desde la mediapunta, Juanfran puso la pelota en el área y Luis Alberto, que minutos antes había rematado tibio otra acción similar, recortó una vez y ajustó al palo el 1-2. No tuvo el Rayo ni un minuto de felicidad para saborear el empate y sus opciones en el partido. El gol fue un golpe de talento y sobre todo de personalidad para un equipo cuya mayor fe es transparente. Así se manifestó en el arranque del segundo tiempo, donde el Dépor no quiso dejarse sorprender más.

BENITO ORDOÑEZ

Siguió presionando como si lo llevase el diablo y fue más incisivo con la pelota. El resultado no dejó lugar a dudas. Mosquera se desquitó de la pérdida del primer tiempo y lanzó la carrera de Lucas, quien definió como los ángeles el 1-3 con su zurda. El coruñés cuajó una segunda parte espectacular, incansable en su carrera y punzante hasta el egoísmo con el disparo, y pudo ampliar hasta en tres ocasiones la cuenta de su equipo. Fayçal Fajr también obligó al vuelo de Juan Carlos para sacar un balón de la escuadra y el Dépor acabó perdonando una goleada.

El partido era coruñés en todos los sentidos en una cancha que de nuevo se mostró propicia. Paco Jémez introdujo a Manucho y a Lass pero no resucitó a un equpo que era una sangría de balones perdidos. Víctor retocó piezas para no forzar la maquinaria (dio descanso al tobillo de Luis Alberto para meter a Luisinho, y controló el ritmo con Juan Domínguez por Juanfran). La cosa sólo se la podía complicar el Dépor, porque Ebert decidió dimitir y llevarse una absurda expulsión que dejó al Rayo con 10 el último cuarto de hora. Para entonces, el fútbol a campo completo del Dépor ya había conquistado Vallecas.

1 - Rayo Vallecano: Juan Carlos; Quini (Lass, m.61), Amaya, Diego Llorente, Nacho; Baena, Trashorras; Pablo Hernández (Fariña, m.79), Ebert, Embarba; y Javi Guerra (Manucho, m.61).

3 - Deportivo: Lux; Laure, Arribas (Lopo, m.78), Sidnei, Fernando Navarro; Borges, Mosquera; Juanfran (Juan Domínguez, m.70), Fayçal Fajr, Luis Alberto (Luisinho, m.63); y Lucas Pérez.

Goles: 0-1: M.6 Borges; 1-1: M.27 Embarba; 1-2: M.28 Luis Alberto; 1-3: M.60 Lucas Pérez.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité vasco). Amonestó a Laure (m.31) y Arribas (45), del Deportivo; y a Ebert (36 y 76) y Llorente (m.72), del Rayo. Expulsó por doble amonestación a Ebert (76).