Pedro Mosquera: «Para mí, el Teresa Herrera siempre ha sido especial y ahora que estoy en el Dépor más»

Han pasado los años y ahora aquel niño de 12 que se fue a Madrid a hacer realidad su sueño de ser futbolista ha regresado hecho un hombre y con una trayectoria importante en Primera División. Creció en Valdebebas, llegó a compartir vestuario con Cristiano Ronaldo, debutó con el Real en Primera y acumula ya 65 partidos en la máxima categoría del fútbol nacional. Pero Pedro Mosquera (A Coruña, 1988) no pierde la humildad que le inculcaron sus padres y con la que marchó de casa. Ni sus costumbres. Todavía no tiene domicilio y pasa sus primeros días en una casa familiar en Valcovo, en donde disfruta de sol y playa tras las sesiones preparatorias. Acude a la cita con su padre, gran hincha del Dépor desde hace años. La cara de satisfacción del progenitor delata que su hijo, por fin está de vuelta.

-¿Cómo están siendo estas primeras semanas?

-Genial. Desde el primer momento, los compañeros me han acogido muy bien. Estuvimos una semana en Inglaterra y ya pude disputar varios amistosos. Voy cogiendo el ritmo y ya casi esto al nivel del resto.

-¿Cómo llega el equipo a este Teresa Herrera?

-Todavía estamos en pretemporada así que el resultado no va a ser importante. Lo definitivo son las sensaciones con el balón. Físicamente no estamos aún al cien por cien. Además, está programado que lleguemos cansados a los partidos para luego ver el nivel de exigencia que tenemos de cara a la Liga. Tiene que ser así. No obstante, vamos a intentar que la gente se divierta y pase un buen rato con nosotros en este partido. La afición que vaya a Riazor va a ver un equipo que intentará hacer cosas con y sin balón. Un equipo ordenado y bien trabajado tácticamente.

-¿Como coruñés tiene algún significado especial este torneo?

-Para mí, el Teresa Herrera siempre ha sido un torneo muy especial y ahora que estoy en el Dépor más. Con el Galicia Gaiteira disputamos un partido de fútbol siete antes del grande y nos hacía mucha ilusión. Jugar en Riazor era algo diferente. Ahora sigue siendo algo especial.

-En Riazor estuvo a punto de debutar con el Madrid, pero cuando iba a saltar al campo, el árbitro pitó el final.

-Me fastidió bastante por el hecho de que estaba toda mi familia en la grada, en A Coruña, contra el Dépor... Y debutar con el Madrid me parecía increíble. Pero el árbitro pitó el final y me lo perdí. Menos mal que tuve oportunidad de debutar luego en otro partido. Me fastidió mucho porque creo que el árbitro tenía que haber aguantado 30 segundos. Son cosas que, como muchos de ellos no jugaron al fútbol, no controlan. No manejan algunas situaciones. Se lo dije y me comentó que lo sentía, que no se había dado cuenta.

-Un sueño cumplido con el Madrid, el de debutar, aunque no fuera en Riazor. ¿Qué sueño se reserva para el Dépor?

-Hacer una buena temporada y que la gente esté contenta con mi rendimiento. Si lo está, seguro que también lo estará luego con el equipo.

-¿Algo más difícil de alcanzar?

-Eso me lo guardo, que sino no se cumple.

«Defiendo el control económico pero que paguen los que arruinan a los clubes»

En Elche vivió la cara amarga del fútbol. Esa de los impagos y el descenso administrativo. Y se rebela ante ella. Pedro Mosquera entiende que haya un control económico por parte de la Liga, pero cree que no son los clubes los que deben pagar las irregularidades de sus gestores, sino los responsables de las mismas.

-¿Cómo fue la salida del Elche?

-Fue traumática. Llevábamos mucho sin cobrar. Se estaba viviendo situación muy complicada, de gran incertidumbre por si el equipo descendía o no. No sabíamos lo que iba a pasar. Cuando se bajó a Segunda, teníamos claro que íbamos a salir muchos jugadores. Quedamos decimoterceros, salvándonos un mes antes de que acabara la competición. Demostramos que merecíamos jugar en Primera, por eso nadie nos achacó nada. Pero al final bajamos y eso fastidia.

-¿No comparte lo del control económico?

-Claro que sí. Defiendo el control económico pero que paguen los que arruinan a los clubes. Veo que muchos equipos deben demasiado a Hacienda. Pero no comprendo que tengan que pagar los utilleros, los fisios o la afición por la gestión de unos pocos. Los que tienen que pagar son los que lo han hecho mal, no los que se han desvivido por el club.

-Se le ve con un pensamiento terrenal, lejos de la galaxia del fútbol. A pesar de la fama, ¿sigue siendo un chico de barrio?

-(Se ríe). Por supuesto. Me considero un chaval de barrio de toda la vida. Aunque gracias al fútbol he podido hacer muchos amigos, sigo manteniendo los que tenía de pequeño. Hablo con todos y quedo con todos. A mí no me ha cambiado nada.

-Le ha cambiado que el surf solo lo puede practicar en vacaciones y ya no juega al hockey. Jugó al fútbol pero también tenía nivel sobre patines

-Es verdad. Creo que de pequeño era mucho mejor jugador de hockey que futbolista. Además, estaba con Pablo Cancela, un gran jugador de sobra conocido. Estábamos en el equipo del colegio, el Santa María del Mar, y lo pasábamos bomba. Viajábamos y nos divertíamos. Me sigue encantando el hockey. Pero, claro, el fútbol es otro mundo. Y me llamó el Madrid.

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