Sin apenas cambios, el nuevo Dépor de Sánchez del Amo gana enteros en su actitud
13 abr 2015 . Actualizado a las 13:10 h.En ocasiones, no hay que cambiar mucho para que todo cambie. Y estos días Víctor Sánchez del Amo hizo un ejercicio de continuidad tratando de reforzar aquellos aspectos que el Dépor dominaba y puliendo los que observaba que necesitaban mejoría. El resultado fue alinear un equipo sin apenas novedades para firmar un primer tiempo ilusionante y un segundo que, aunque con un poco más de oración, invita a creer. El empate habrá que calibrarlo a final de temporada. De momento, sirve para mantener distancia con el descenso, además de que anímicamente, no perder siempre es positivo, máxime cuando hay un cambio.
El once
Apuesta por Manuel Pablo y José Rodríguez sigue en la banda. De inicio, Víctor sorprendió casi más en la convocatoria que en la alineación. Dejó fuera a Canella, a pesar de la baja de Luisinho, y a Juan Domínguez. En cuanto al once, el mayor cambio que hubo fue la titularidad de Manuel Pablo en la zurda. Por el resto, al menos en ataque, hizo una apuesta por la continuidad, incluida la presencia de José Rodríguez como interior derecho en un claro 4-2-3-1. En defensa, sí que se vieron más variantes.
Balón parado
Lucas asume la responsabilidad en todas las acciones. En su presentación, Víctor Sánchez del Amo admitió que el balón parado es uno de los aspectos del juego que más le gusta trabajar, porque entiende que puede dar buenos réditos. Los escasos recursos exhibidos por el Dépor hasta la fecha era una de las críticas que venía recibiendo el anterior entrenador. Ayer, con solo tres sesiones dirigidas por el nuevo, apenas se vieron un par de acciones que no salieron. Sí se observó que Lucas asume la responsabilidad de ejecutar todas las acciones: córneres desde ambos lados, faltas e incluso penaltis.
Presión
Oriol y Lucas apremiaron la salida del balón con la cobertura de Álex y, en ocasiones, Borges. A la hora de presionar la salida del balón, el Dépor exhibió mayor convicción y apoyo. Sánchez del Amo marcó dos claras líneas de acoso al rival. Una avanzada que formaron Oriol Riera y Lucas Pérez. Su misión apretar a los centrales y laterales encargados de conectar con el medio o arriba. Cuando el balón se acercaba al semicírculo, aparecía una segunda línea, en la que Álex Bergantiños, principalmente, y Celso Borges, hacían la cobertura a los delanteros y apretaban ahí recuperando rápidamente su posición.
Precauciones
Los laterales no sobrepasaron el medio del campo tanto. Situar a Manuel Pablo en la izquierda ya es un mensaje claro de que habrá menos presencia que otras veces del lateral en ataque. Por la derecha, Juanfran también se prodigó menos. El objetivo parecía claro: evitar los desbordes de Xabi Prieto y del Chory Castro. Con el capitán, a pesar de algunos despistes, lo logró. El madrileño tuvo más problemas en la diestra.
Soluciones
El pase al portero como remedio menos peligroso. Este Dépor de Sánchez del Amo sigue teniendo claro que antes de que el rival se acerque con una presión asfixiante, un paso atrás, mirar hacia el portero y enviársela con comodidad puede ser una buena opción, al menos, fuera de casa. De esta forma, se quitó de encima el empuje donostiarra varias veces.
Cambios
Saca partido del 4-4-2 con Oriol asistiendo a Toché en el gol. Al igual que sucedió el pasado miércoles contra el Córdoba, el Dépor trató de remontar el partido echando mano del 4-4-2, tirando a Lucas a banda derecha y situando a Oriol y Toché en punta. Además, también como el miércoles, el nuevo técnico puso a Medunjanin por Borges para asistir a los atacantes. El resultado volvió a ser un empate, en esta ocasión no en propia meta, sino de Toché de cabeza con asistencia, también con la testa de un Oriol, como siempre, genial por arriba.