Al Deportivo le pierden las prisas

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CURRO VALLEJO

Los de Víctor dominaron al Almería, pero se quedaron sin ideas tras verse en superioridad

03 mar 2015 . Actualizado a las 17:39 h.

Ya pasó hace cinco años. El Almería se quedó con diez y rindió tributo a Helenio. Aunque entonces hubo remontada completa. Aquel conjunto rojiblanco, que también le hacía ojitos al descenso, convirtió un 0-1 en 3-1 jugando en inferioridad frente al Sporting. Lillo le tomó la palabra a ese argentino mordaz que entrenó al Dépor en los 50 y al terminar apuntó a sus jugadores al buscar culpables de la hazaña: «No me voy a atribuir lo que no me pertenece». El pasado sábado, sin embargo, poco tuvieron que ver los futbolistas almerienses con lo sucedido tras la expulsión de Thievy. Fue el rival el que se empeñó en desaprovechar la presunta ventaja. «Cuando nos vimos con uno más, nos precipitamos. Abusamos de los centros previsibles», reflexionó Bergantiños tras el duelo. Los números dan la razón al rubio de La Sagrada.

POSESION ESTÉRIL

Errores en el pase. El Deportivo se hartó de balón a partir del minuto 54. Thievy manoteó a Juanfran y dejó vacío el flanco izquierdo del ataque local. Se replegaron (más todavía) los de Juan Ignacio y el conjunto blanquiazul llegó a acumular un 78% de posesión entre el minuto 60 y el 75. Empezaron los coruñeses haciendo gala de paciencia, pero la falta de puntería produjo ansiedad y esta se tradujo en errores en el pase. Los de Víctor perdieron tantos balones entre el minuto 70 y el 85 como en el tramo inicial del encuentro, cuando se habían mostrado incapaces de superar la primera línea de presión de los de casa.

En la última media hora los jugadores del Dépor pusieron trece centros desde las bandas. Ninguno encontró rematador. Antes de la expulsión, los envíos desde los flancos habían alcanzado la docena (en el doble de tiempo) y dos de ellos llegaron a su destinatario.

CAMBIO DE TENDENCIA

Más llegadas por la izquierda. La mayoría de los balones colgados desde una orilla en el último tramo del duelo partieron de las botas de Juanfran. Huérfano de hombre a quien marcar, el lateral se permitió subir con más alegría. En el primer tiempo solo había pisado la línea de fondo un par de veces. Tras el minuto 54, acumuló otras siete. En ninguna logró atinar con sus centros.

Pero, curiosamente, fue el costado izquierdo el más activo durante la superioridad. La ausencia del extremo en la siniestra local obligó a Corona y Soriano a ocupar el espacio de Thievy, haciendo bascular a todo el equipo. Lucas se desplazó hacia la zona sin dueño aún antes de la entrada de Fariña y esto cambió la tendencia en el ataque blanquiazul: si hasta el descanso el 38% de las incursiones visitantes llegaron por la orilla diestra, la cifra se redujo al 32% en la segunda parte. Las irrupciones por la izquierda se alteraron casi en la misma proporción (del 32 al 40%).

MENOS REMATE

Riera, de hombre boya. Otra consecuencia extraña del nuevo escenario que produjo la expulsión fue una disminución en el número de remates. Si el Deportivo acumuló 17 disparos en igualdad de efectivos (siete de ellos, a puerta), solo sumó ocho más (dos entre los tres palos) cuando gozó de superioridad. El más activo en la búsqueda del gol durante el período de ventaja fue Lucas, que probó en cuatro ocasiones. Por el contrario, Riera vio limitado su protagonismo. El Almería se replegó en torno a su área y el punta blanquiazul quedó aislado.

El delantero no solo redujo sus lanzamientos, también entró mucho menos en contacto con la bola (cinco pases frente a los trece que había acumulado mientras el partido fue de once contra once).

La montonera de futbolistas en torno al área almeriense también limitó la efectividad en el regate de los hombres de Víctor, que además se emplearon con más brusquedad ante la cercanía del final del partido. En los últimos 20 minutos cometieron ocho de sus 19 faltas; todas menos una, en territorio local.

FALTA DE ESPACIOS

Alex y Borges, en campo rival. En esa mitad del campo, la que defendían los de casa, se produjo un atasco por acumulación. Borges y Bergantiños dieron varios pasos hacia delante y multiplicaron sus apariciones. Sobre todo el tico, que se desplazó hacia la derecha. De allí partía Helder Costa, pero la insistencia del angoleño en buscar el centro del área conduciendo la bola hizo crecer el embudo en la frontal. El Deportivo se quedó sin extremos que quisieran abrir el campo y en el minuto 78, un disparo desviado de Alex ponía fin al estéril asedio coruñés.