Dominio improductivo, nulidad ofensiva y dos regalos fraternales

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Cabalar | EFE

Los de Víctor quisieron el balón y no dejaron que carburara la máquina creativa visitante

22 feb 2015 . Actualizado a las 16:19 h.

Suelen apelar los profesionales del balón al dicho de que «los derbis son partidos totalmente diferentes al resto y da igual cómo lleguen los equipos al mismo, que todo puede cambiar». Muchas veces ha sucedido que uno de los rivales se presentaba en lo alto de la tabla y el otro en la zona baja y en el campo aparentaba ser al revés. El comienzo del partido de ayer hizo bueno el dicho. Aunque Dépor y Celta llegaban los dos bien al duelo, los vigueses habían recibido más elogios por su fútbol descarado y los coruñeses por la sobriedad y la velocidad a la contra. Sin embargo, intercambiaron los papeles y los de Víctor quisieron el balón y no dejaron que carburara la máquina creativa visitante. No les funcionó porque el Celta cambió el balón por la efectividad y resolvió el partido con una contra y un fallo Luisinho.

Declaración de intención

El Dépor salió a presionar la salida del balón del Celta y asfixiar su medio del campo. El objetivo de Víctor era claro. Ser valientes y no dejar respirar al Celta. Sin locuras, pidió presión a sus hombres más adelantados. Conocedor de los problemas del Celta para sacar el balón desde atrás, Lucas estuvo muy incisivo en la presión junto con Oriol Riera. El segundo reto era que el medio del campo no surtiera de balones a los tres estiletes. Y también le funcionó durante bastantes minutos. El inconmensurable trabajo de Álex Bergantiños y Celso Borges en la medular eclipsó a Augusto y Krohn-Dehli.

Cambio en el once

Víctor optó por el físico de José Rodríguez en detrimento de la fantasía de Cuenca. Dos partidos sin José Rodríguez en el campo habían servido para que Isaac Cuenca ofreciera sus mejores minutos como deportivista. Sobre todo en el Bernabéu. Sin embargo, ante la previsible superioridad del Celta en el medio del campo, Víctor Fernández prefirió dejar al reusense en el banco y apostar por el mayor despliegue físico del canterano del Madrid. Tras el gol, y ante la falta de reacción dio entrada al exazulgrana, pero de poco le sirvió

Concentración

El tempranero gol vigués tras el descanso sacó del partido a los coruñeses. Después de un primer tiempo en el que, salvo en algunas fases, el Deportivo fue superior al Celta y parecía tener las ideas claras, el gol visitante nada más comenzar el segundo período sacó del partido a los locales. Las pérdidas de balón se sucedieron y los errores pueriles aparecieron como por arte de magia. Tardó la escuadra de Víctor Fernández en volver a meterse en el duelo.

Lopo

Jugó el partido condicionado por una amarilla casi al inicio. Ver una tarjeta nada más comenzar el partido fue un lastre que persiguió al central durante los minutos que estuvo en el campo. En plena ofensiva blanquiazul, en la segunda parte, vio la segunda y fue expulsado. El Dépor mantuvo la defensa de tres con Sidnei flanqueado por Juanfran y Luisinho hasta el final.

Precipitación

Faltó tranquilidad y acierto en los metros finales. Con Lucas muy activo pero excesivamente impetuoso y algo impreciso y Riera, absolutamente enemistado con el gol, el Deportivo no consiguió traducir en acierto su dominio. En la segunda parte, además, faltó mucha cabeza con el marcador adverso.