El Deportivo cierra el año en Villarreal con otra decepcionante derrota

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

LOF

El equipo coruñés volvió a ser extremadamente frágil y apenas creó peligro

21 dic 2014 . Actualizado a las 19:50 h.

El Madrigal vio un Deportivo mucho más cercano a lo mostrado el jueves en Málaga que lo visto el lunes en Riazor. El de Víctor Fernández volvió a ser ese equipo plano en ataque, sin apenas ocasiones de gol, extremadamente frágil en defensa y en muchas ocasiones indefinido en posición de jugadores y en voluntad de cómo encarar el partido. Sólo cierta pereza del Villarreal, cómodo en extremo con la pelota ante las facilidades del rival, dio emoción a un choque que con el 1-0 en el marcador vivió momentos de incertidumbre de que un chispazo del Dépor pudiera obrar el milagro, sostenido de nuevo por las paradas de un Fabricio brillante. Pero dos goles consecutivos de Vietto lo impidieron y el equipo coruñés cerró el año con otra sensación de decepción que preocupa a la par que la clasificación.

El Deportivo de las últimas semanas es un paso adelante y dos atrás. Junta síntomas de mejoría en su intensidad y en algunas combinaciones ofensivas. Pero de repente regresa a una peligrosa indefinición que, más que recordar los difícilmente olvidables resultados de lo que va de Liga, borra de un plumazo los rayos de esperanza que se pudieron ver en el doble enfrentamiento en Riazor contra el Málaga en Riazor y ante el Elche. El Dépor volvió a ser un equipo ramplón en ataque, sin malicia en el último pase, permeable en defensa, con jugadores en posiciones extrañas y perdidos en un orden indescifrable. Que el Villarreal se contagiase de la tibieza blanquiazul ayudó a explicar que el partido se fuera al descanso con un escueto 1-0 que apenas reflejaba una parte de lo visto hasta entonces.

El Deportivo no chutó a puerta y sólo inquietó en un par de centros de Juanfran sin rematador en 45 minutos. Con Juan Domínguez en el puesto de Medunjanin, más adelantado que de costumbre, con José Rodríguez abandonando la posición de interior diestro en la que había brillado recientemente, y sobre todo con Fariña olvidado en la banda izquierda, corriendo detrás de Jonathan dos Santos y sin entrar en juego después de su prometedor regreso ante el Elche jugando como enganche, el Deportivo tardó 15 minutos en encontrar la pelota y para entonces ya iba perdiendo y se intuía una debacle. La rapidez de Cherysev, Uche y Vietto desarmaron el sistema defensivo coruñés. La incorporación constante de Jaume Costa y Dos Santos desbordaron a los laterales. No daba abasto el Deportivo para achicar ante un rival que jugó casi siempre a un toque y directo al área.

Fabricio paró el tiro de Cherysev pero Dos Santos empujó solo el balón muerto en el área. El portero canario evitaría males mayores ante Vietto a los 19 minutos, y también evitando que el otro lateral, Costa, aprovechase otro rechace. Los espacios que tenía el Villarreal para correr y la precisión de Trigueros y Bruno para lanzar a las balas amarillas amenazaba con más goles a un Deportivo que empezó a jugar en campo contrario, porque se juntaron José Rodríguez, Juan Domínguez y Cavaleiro para dar aire a su equipo, pero sin poder asustar a Asenjo, que vivió una mañana plácida al sol.

La mejor noticia para el Deportivo al descanso era el resultado. Vietto se obcecó en un par de contras y obvió mejores situaciones de compañeros para decidir en el área, y al Villarreal le entró cierta pereza ante las facilidades que le ofrecía el rival en la salida de la pelota y los pocos apuros que le generaba en el área propia. Para el segundo acto, Víctor Fernández naturalizó al Deportivo con Fariña en la mediapunta. Disparó Cavaleiro alto en la mejor situación de los coruñeses tras un centro peleado por Toché. Pero la entrada de Gio dos Santos por el lesionado Uche revitalizó el ataque del Villarreal, que encontró una pradera en la defensa adelantada del Dépor. Fabricio salvó un mano a mano con el punta mexicano y las llegadas se sucedieron sobre el área del portero canario.

Duró apenas un cuarto de hora Fariña de enganche, sustituido por Cuenca tras patear un libre directo ligeramente alto. El Villarreal volvió a acomodarse en la escasa sensación de peligro que le transmitía el Deportivo y el resultado permanecía mucho más incierto que la realidad del juego. Y ahí llegaron las ocasiones de Álex Bergantiños y de Sidnei. Chutó el mediocentro después de una buena jugada de derecha a izquierda y vuelta a la derecha. El rebote despistó a Asenjo, que batido respiró porque la pelota se fue fuera. En el córner, Sidnei remató para la única parada del portero local.

Fue el canto del cisne del Deportivo. En la jugada siguiente, un golpe de fortuna sentenció el partido. Cherysev recibió un pelotazo en la cabeza y desmontó la salida del Dépor. Pilló Víctor Ruiz a la defensa en estampida y puso el centro para Vietto, que empujó sólo el 2-0. A falta de un cuarto de hora, el argentino repetía en una acción calcada. El resultado ya se acercaba a la interpretación de lo ofrecido por ambos equipos, certificado por la entrada de Wilk por José Rodríguez tras el saque de centro del 3-0. El Deportivo volvía a caer en Liga dejando preocupantes sensaciones que sólo alivian la pausa navideña en busca de una nueva identidad.

3 - Villarreal: Asenjo; Mario, Gabriel, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan dos Santos (Moi Gómez, m.61), Trigueros (Pina, m.75), Bruno, Cheryshev; Vietto y Uche (Giovani, m.46).

0 - Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Canella; Álex Bergantiños, José Rodríguez (Wilk, m.73), Juan Domínguez, Cavaleiro, Fariña (Cuenca, m.59) y Toché (Hélder Postiga, m.69).

Goles: 1-0, m.9: Jonathan dos Santos. 2-0, m.67: Vietto. 3-0, m.72: Vietto.

Árbitro: González González (colegio castellano-Leonés). Amonestó al local Bruno y a los visitantes Sidnei, Toché y Lopo. Mostró roja directa al jugador local Pina (m.80).