El Deportivo se estrella ante Kameni y cae contra el Málaga

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El equipo coruñés falla un penalti y numerosas ocasiones para sufrir una nueva derrota que le deja penúltimo

07 dic 2014 . Actualizado a las 01:53 h.

Las desgracias se le acumulan al Deportivo, incapaz de superar a Kameni toda la noche, ya fuera desde el punto de penalti o en pleno arrebato de fuerza y desesperación. Llegó el equipo coruñés y creó más ocasiones que nunca, sólo para quedarse con el contador a cero y sumar una nueva derrota que deja al Dépor penúltimo. Cavaleiro falló un penalti y después encontró el palo mientras Kameni frustraba todos los intentos locales de igualar o remontar el tanto de Darder. Los de Víctor Fernández tampoco encuentran resultados por la vía del orgullo y la casta, mientras la situación a su alrededor se envenena hasta el punto de que es difícil disociarla de la evidente crisis en el campo.

Por segunda vez en apenas tres días, el Deportivo recibía al Málaga en un ambiente enrarecido, como poco. El ecosistema del deportivismo sigue buscando su equilibrio después de la tremenda conmoción sufrida por la desgracia del Calderón, y mientras, el equipo blanquiazul continúa sumido en su propia crisis de identidad de la que no sale y lo que le rodea no le ayuda a conseguirlo. Además, la suerte le es esquiva en todas sus formas posibles. El Dépor sigue siendo un equipo desestructurado, cada vez más corajudo y abocado a su orgullo, síntoma de que las respuestas futbolísticas comienzan a agotarse. Lo puso todo ante el Málaga, incluido el juego como ya sucediera en el duelo de Copa. Esta vez se topó con Kameni y con su propia tendencia a lo melodramático, la que le persigue en unos últimos años de continuo sufrimiento, y que hace que al club se le acumulen desgracias una tras otra.

El Málaga fue más titular en la hoja de alineaciones pero volvió a hacer el mismo partido del miércoles. Anotó en su primera ocasión y luego guardó la ropa. Fabricio despejó tras cesión de sus centrales y la pelota le cayó a Darder. El centrocampista del Málaga pateó como si fuera una falta y pilló al portero dando pasos hacia atrás. No le dio tiempo a Fabricio de colocarse ante la rosca que se le venía encima y evitar el 0-1. El Dépor se ponía por detrás en el marcador de la manera más insospechada. Porque antes, Cavaleiro fallaba un penalti y Postiga erraba un mano a mano ante Kameni, que se hizo gigante como el miércoles lo hiciera Ochoa.

El Deportivo creció en su juego a través de la proyección de Juanfran en ataque y la actividad de José Rodríguez por el centro del campo. En una recuperación en el centro del campo el canterano del Madrid encontró a Postiga, lento de nuevo e impreciso en el control, pero pillo para tocar la pelota antes y forzar el penalti ante la salida de Kameni. Pero Cavaleiro no engañó al camerunés. Poco después, un resbalón de Angeleri dejó a Postiga solo ante el meta del Málaga. Fue incapaz el portugués, falto de confianza, criticado por la grada y sin piernas ágiles.

El 0-1 era poco representativo del partido para un Deportivo que presionaba en el centro del campo con la intensidad reclamada en otras noches. Recuperaba pronto la pelota pero no encontraba el gol que tanto le cuesta transformar. Samuel tuvo el segundo del Málaga en una contra pero Fabricio reaccionó de manera brillante. El equipo de Gracia se abocaba a la contra porque no tenía demasiado interés en la pelota, atrincherado en un Kameni titánico.

Monólogo sin premio

El segundo tiempo fue un monólogo deportivista, iniciado en el cambio de sistema. Entró Cuenca por Insua y se despidió el Dépor de los tres centrales. Llovieron centros al área andaluza, y ahí el equipo coruñés se dio contra el muro de la desesperación. Para un equipo que le cuesta un mundo generar ocasiones y varias galaxias anotar un gol, las ocasiones que acumuló en el segundo acto, tan diáfanas como embarulladas en su gestación, fueron un grito desesperado cuando las veían irse al limbo. Cavaleiro cazaba un pelotazo de 40 metros en el punto de penalti y su remate iba al poste. Toché (relevo de Postiga), cabeceó ante la salida tardía de Kameni, que de alguna manera se las apañó para sacar una mano salvadora en pleno vuelo. Y el camerunés estuvo de nuevo rápido tras su único fallo, un mal rechace a tiro de Wilk (de nuevo sostén del equipo con su generoso despliegue) que no pudo embocar Toché en área pequeña.

El Málaga perdonó su única ocasión del segundo tiempo, cuando Camacho dejó solo a Duda ante Fabricio. Juan Domínguez por Medunjanin fue la última decisión de Víctor Fernández, que volvió a escuchar gritos en su contra de la grada. Al Dépor se le fueron acabando las ideas con el paso de los minutos. Desapareció José Rodríguez de la escena dominada por las prisas y los balones directos. Los jugadores coruñeses lo pusieron todo y murieron en la orilla: la última arrancada de Cavaleiro acabó en un centro que voló por el área; ahí apareció Juan DOmínguez, que mandó a la grada franco ante la portería. El perfecto resumen de la frustración que vivió el Deportivo ante el Málaga, impotente ante Kameni, hundido en la clasificación, penúltimo y con demasiadas nubes en el horizonte.

0 - Deportivo de La Coruña: Fabricio; Juanfran, Insua (Cuenca, min.46), Lopo, Sidnei, Luisinho; José Rodríguez, Wilk, Medunjanin (Toché, min.63); Cavaleiro y Hélder Postiga (Juan Domínguez, min.63).

1 - Málaga: Kameni; Rosales, Angeleri, Weligton, Antunes; Camacho, Darder (Boka, min.84); Samuel (Horta, min.56), Duda (Recio, min.71), Samu Castillejo; y Santa Cruz.

Goles: 0-1, min.21: Darder.

Árbitro: Gil Manzano, del colegio extremeño. Mostró amarilla a Kameni (min.11), Antunes (min.24), Samuel (min.50) y Cuenca (min.73), por parte del Málaga; y a Luisinho (min.60), Sidnei (min.61) y Toché (min.87), por parte del Deportivo.