Haris Medunjanin: «A veces me pongo celoso del juego que hacen otros equipos»

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

«No se trata de llegar corriendo a la portería contraria. Hay que saber parar y tomar aire», afirma

28 nov 2014 . Actualizado a las 13:11 h.

Miércoles. 13.30 horas. Haris Medunjanin (Sarajevo, 1985) abandona los vestuarios de Abegondo. Cojea ligeramente. «Me he llevado un golpe en la rodilla y me duele. Estoy cansado», lamenta antes de sentarse y empezar a dar respuestas.

-El entrenamiento tampoco ha sido especialmente exigente.

-Creo que es normal que esté cansado. Jugué dos partidos completos seguidos con la selección y vine aquí y volví a jugar los 90 minutos. Siempre en una posición que exige un gran desgaste físico. Pero esto es así. Así es mi profesión.

-Hace poco dijo que no estaba a su mejor nivel ¿Y ahora?

-Sigo intentando mejorar. Puedo hacer mucho más. Como en este último partido contra la Real Sociedad. Era un partido para ganar. Jugábamos en casa y necesitábamos los puntos. Empatamos, pero hay que pelear más porque no hay otro camino.

-Hasta ahora ha sido intocable. ¿Le extrañaría que le mandaran al banquillo?

-No me extrañaría. Sobre todo después de los partidos con la selección, cuando solo tengo dos o tres días para recuperar. Esta vez por lo menos ha pasado una semana entre partido y partido.

Pero si el míster te necesita no puedes decir que estás cansado. Lo peor es que la fatiga es más en la cabeza que en las piernas. Especialmente si perdemos o empatamos. Yo me enfado mucho cuando no ganamos; se me mete el problema en la cabeza.

-Han ganado en solidez, pero el juego no es fluido. ¿Le cuesta mover al equipo?

-Me está costando. Sobre todo en los últimos partidos. Encontrar al compañero, pasar la pelota… Llegar a la portería contraria. Tocamos el balón dos o tres veces y lo perdemos y toca volver a correr para recuperarlo. No paramos. Necesitamos tener un poco más de posesión para poder respirar. Los partidos no pueden ser siempre un ida y vuelta. Contra la Real Sociedad, por ejemplo, empezamos muy mal. Veo el partido y me doy cuenta de que tenemos espacio y opciones para hacerlo mejor. Arriba nos falta tranquilidad y un pase definitivo. Y los veo a ellos, que luego se echaron atrás por cansancio, pero que no tienen mal equipo y que aguantan la pelota, pasan atrás si es necesario para tranquilizar un poco el juego y empezar otra vez… A veces me pongo celoso del juego que hacen otros equipos. ¿Por qué ellos sí pueden? No se trata de llegar corriendo a la portería contraria. Hay que saber parar un poco y tomar aire. El espacio para mover la pelota está ahí; tenemos que aprovecharlo.

-¿Cree que el entrenador tiene claro lo que quiere?

-El míster está probando cosas. ¡Claro que él también busca la forma de ganar! Y sí, tiene todo claro. Sabe cómo quiere jugar. Pero, por ejemplo, con tantos lesionados es mucho más difícil mantener un sistema. No creo que él sea el culpable, sinceramente. Aquí hay jugadores muy buenos, pero nos está costando demasiado. A veces estoy en el campo y pienso ¿por qué nos cuesta tanto? ¡Si yo sé que sabemos! Y miro a otros equipos que no tienen jugadores tan buenos como los nuestros y juegan como el Barça o el Madrid; y me cuesta entenderlo.

-Ante la Real, el equipo mejoró con la entrada de Wilk. ¿Cuánto le debe al polaco? ¿Se entienden mejor que con Juan Domínguez?

-Wilk sabe siempre lo que hace. Recupera y enseguida me busca. Con él cerca tengo que pensar menos en defender. Es especial, sabe perfectamente cuál es su trabajo y no se complica. ¿Cuántos balones recuperó el otro día? Nos da mucha libertad al resto. ¡Y no lo aprovechamos! Nos da la pelota y la perdemos, damos un mal pase o alguien está en fuera de juego. Tenemos que estar más concentrados y de verdad que estoy centrándome mucho en eso. Como mis compañeros.

Juan es muy bueno. Sabe jugar. Pide la pelota y casi nunca la pierde. Pero le pasa como a mí: depende mucho de cómo esté todo el equipo. No servimos para estar defendiendo todo el tiempo. ¡Yo no soy Wilk! Y lo estoy intentando, de verdad. Intento defender más, pero después me toca subir y son tres o cuatro veces seguidas, y llega un momento en el que no puedo más. Mi cabeza ya no funciona. El otro día me dicen que corrí doce kilómetros. El que más, me dicen. Pues eso no es bueno, tengo que correr menos para hacer más.

-¿Quizá de mediapunta podría centrase más en tareas ofensivas?

-Con dos jugadores que me ayuden por detrás claro que podría jugar de mediapunta. Quizá sea más cómodo para mí si me liberan un poco del trabajo defensivo. Antes jugaba ahí, y me gustaba, pero llevo muchos años en el medio dando salida a la pelota.

-¿Echa de menos ayudas en la creación? ¿El miedo al error hace que algunos se escondan?

-No sé. Muchas veces no encuentro pases fáciles. Creo que tenemos que perder el miedo a fallar, porque en el fútbol se aprende del error. Si no pruebas, si no intentas hacer cosas, no vas a encontrar el camino para ganar.

-Pues el Calderón no parece el mejor sitio para pruebas. ¿Cree que el Deportivo tiene alguna posibilidad de ganar?

-Ahora vienen muchos partidos seguidos. Entramos en una fase muy difícil. Pero tenemos que salir a ganar siempre porque no podemos permitirnos otra cosa. Claro que el Atlético va a ser muy difícil. Ellos saben cómo juegan, cada uno tiene en su cabeza todo lo que tiene que hacer en cada momento. Ese es un nivel que nosotros todavía no tenemos. Por eso cada uno está donde está. Claro que su plantilla es mejor, pero esto es fútbol y nosotros tendremos que pelear mucho más. Luego siempre puede haber un córner o una falta…

-Precisamente el Atlético es un referente en la estrategia. ¿Es de esas cosas que envidia de los rivales?

-Es que Koke es uno de los mejores lanzadores de Europa. Aprovechan mucho ese tipo de jugadas. Y nosotros también tenemos que hacerlo. Lo estamos trabajando seriamente, porque no puede ser que solo hayamos marcado en una jugada a balón parado. Y eso porque el Valencia se lo metió en propia puerta. Tenemos muy buenos rematadores. Hay que aprovecharlos. Los equipos a los que les cuesta mucho llegar al área contraria no pueden desperdiciar un solo córner. Si pongo la pelota en el punto de penalti nos tenemos que matar todos por esa pelota. Y yo las tengo que poner siempre bien, porque hay muchas veces en las que yo no las he puesto bien.

-¿Por qué decidió volver a la Liga y por qué al Dépor?

-Yo estoy en España porque quiero jugar aquí. Porque me gusta mucho esta liga. He estado en países en los que el nivel no es tan bueno y necesitaba encontrar un sitio en el que volver a competir. La propuesta del Dépor me gustó. Sabía que nos iba a costar este año. El equipo ha subido y bajado de categoría cuatro veces seguidas. Pero tenemos calidad de sobra para sacar esto adelante.

-¿Nota que ha perdido un poco el cariño de la grada?

-Entiendo a la gente. Por supuesto. Hay cosas que tengo que mejorar. Pelear más en cada entrenamiento. Y bueno, seguro que si los goles llegan la gente ya no va a estar enfadada conmigo.