Y ahí está la clave, ya que de haber reflejado en las cuentas las pérdidas que llevaron a la entidad a acumular una deuda de 160 millones de euros, la entidad hubiera acumulado «bases imponibles negativas», que se compensarían con los futuros beneficios, necesarios para afrontar el pago de la deuda. Dicho de otro modo, a partir de ahora, para hacer frente a la deuda, el Deportivo deberá generar -en el mejor de los escenarios- unos 75 millones de beneficios después de impuestos, una vez liquidado el impuesto de sociedades (actualmente del 30 %, aunque se reducirá hasta el 25 %). Si Lendoiro hubiera presentado las cuentas reales, generando BIN, el ahorro fiscal en los próximos ejercicios supondría un alivio para encarar la situación en mejor disposición.
«El Deportivo siempre, históricamente, ha ganado dinero, pero paradójicamente protagonizamos el mayor concurso de acreedores del fútbol español», reflexionaba Tino Fernández durante una junta de accionistas en la que también aseguró de forma contundente que reclamaría a Lendoiro y su consejo cualquier quebranto económico que sufra el club por su gestión. «En los próximos ejercicios tendremos que pagar impuestos de sociedades, que si las cuentas no hubieran sido falseadas podríamos compensar. Estamos intentando solucionarlo, pero esto puede ser uno de los grandes perjuicios al Deportivo», insistió el actual presidente.