El proceso de reconstrucción del Deportivo será largo y tortuoso. Pensar que de una deuda de 160 millones de euros se sale como si tal cosa es vivir en otro planeta. Pero al margen de los avatares por los que tendrá que pasar el club por culpa de la ruina económica hay otra cuestión que no se ha resuelto. Lendoiro sigue paseándose por el mundo adelante como si no hubiera roto un plato y sin que haya tenido que responder por haber arruinado la entidad. Algo indecente en el plano moral, sorprendente en lo legal y tremendamente injusto para con el Deportivo, al que hasta la fecha se le ha hurtado el derecho a que se le repare del tremendo quebranto causado. O, cuando menos, el derecho a que se dirima en sede judicial tal asunto.
Durante todo el proceso concursal se puso de manifiesto que las cuentas de Lendoiro habían sido una patraña y que el expresidente dirigió el club a lo largo de los años con un tremendo desprecio por la legalidad. Desde que se entró en concurso de acreedores hemos leído que las cuentas no reflejaban la imagen fiel, que no se inscribían en el registro mercantil, que no había libros de contabilidad, que el concurso fue solicitado excesivamente tarde, que la entidad estuvo en causa legal de disolución durante años, que a los accionistas se les negaba el derecho de información, que los presupuestos estaban inflados, que Lendoiro mintió sobre la deuda con Hacienda, que en el club estaban empleados sus hijos, entre otras, como poco, irregularidades.
De momento, a Lendoiro, que se forró en el Deportivo, le está saliendo gratis haberlo arruinado. Anteayer, dos accionistas, que no tienen nada que ganar más allá de la satisfacción personal de la búsqueda del bien del club y de que se haga justicia, presentaron denuncia contra Lendoiro y su consejo. Ambos, ante la cobardía de unos y la inacción de otros, han tomado la iniciativa.
El día 25, durante la celebración de la junta, los actuales responsables del club tendrán la oportunidad de demostrar de lado de quién están. Si de quien quiere justicia para con el Deportivo o de quien casi acaba con el.