Víctor Fernández ensayó movimientos con sus defensas tras el entrenamiento
15 oct 2014 . Actualizado a las 09:44 h.Preocupado por los 19 goles encajados en las siete primeras jornadas, Víctor Fernández empezó por el principio. Si la pasada semana se había encerrado con los defensas para estudiar un vídeo de los errores contra el Sevilla, al término de la sesión de ayer, mientras el resto de la plantilla se retiraba hacia los vestuarios, regresó por unos instantes a la pretemporada y se trasladó con ellos al tercer campo de entrenamiento para completar un trabajo especial.
El entrenador dividió a sus zagueros en dos líneas de cuatro: una formada por Laure, Diakité, Manuel Pablo y Luisinho; mientras en la otra figuraban Juanfran, Lopo, Sidnei y Seoane. Por turnos, cada grupo ejecutó movimientos de repliegue y basculaciones a las indicaciones del técnico, que había situado sobre el césped varias líneas de conos, así como las figuras humanas que habitualmente se utilizan en las barreras para entrenar los lanzamientos de falta, pero esta vez vestidas con llamativos petos de colores. Víctor Fernández elegía un color y el jugador acudía al encuentro de su peto mientras los otros tres cubrían su espalda.
También probó la respuesta de sus zagueros a un contragolpe similar al de Deulofeu en el cuarto gol del Sevilla. Con Sidnei o Manuel Pablo como improvisado atacante en carrera directa hacia la portería, la defensa deportivista reculaba y tapaba la zona central no solo para evitar el disparo, sino también un posible pase en profundidad que dejase a un adversario en mano a mano contra el portero.
Dos ausencias
El trabajo de los defensas se desarrolló con las ausencias de Insua, concentrado con la selección sub-21, y de Canella, con molestias leves en la pierna izquierda, por lo que Manuel Pablo actuó como improvisado central y Seoane, descartado desde el inicio de la temporada y quien no había participado en aquella sesión de vídeo de la pasada semana, ocupó el lateral izquierdo. Insua y Canella podrían reincorporarse a los entrenamientos junto a sus compañeros en próximas fechas, pero Víctor Fernández no esperó por ninguno.
En la portería se alternaron Lux y Fabricio. El argentino, quien paró un penalti en el Sánchez Pizjuán y con sus paradas evitó una goleada aún mayor, se situó bajo palos con la defensa formada por Juanfran, Lopo, Sidnei y Seoane, mientras el canario participó junto a Laure, Diakité, Manuel Pablo y Luisinho.
El Dépor vuelve al principio para recuperar el tiempo perdido y mirar hacia el futuro con la esperanza de la permanencia. Fue una clase para profesionales del fútbol con lecciones propias de cadetes, igual que si a unos estudiantes universitarios les recuerdan el abecedario.
Claro que no se trató de la primera ocasión en la reciente historia del Deportivo que la línea defensiva completa un entrenamiento similar al de ayer. Ya sucedió en la breve etapa del portugués Paciência al frente del banquillo de Riazor, cuando tomó el relevo de Oltra, quien fue despedido con el equipo colista a tres puntos de la permanencia y después de encajar 39 goles en 17 jornadas.