La tarjeta amarilla que Juan Domínguez vio ante el Sabadell privará al Dépor de su organizador habitual. El naronés cederá su puesto a un Bergantiños que el pasado sábado ocupó plaza de central. «El equipo tendrá un planteamiento parecido al que ya tuvimos en Córdoba si no me da una vuelta a la cabeza, con Alex y Wilk en el centro», confirmó ayer Fernando Vázquez. El técnico admitió que ambos futbolistas «tienen problemas a la hora de hacer jugar al equipo. Son futbolistas tácticos, grandes interceptores y su talento es más defensivo que ofensivo». «Quizá Alex domine mejor ese aspecto (el de la creación de juego) por oficio en el fútbol español, aunque para Wilk eso es solo cuestión de tiempo», profundizó el míster.
Pablo Insua también se refirió al cambio en la medular, aunque relativizó su trascendencia: «Juan es un hombre importante, lleva siéndolo toda la Liga. Pero Alex y Wilk ya mostraron fortaleza en Córdoba y no creo que vayamos a notar la ausencia».
Las tareas del mediapunta
Para que efectivamente las bajas pasen desapercibidas, Vázquez ha pedido un esfuerzo extra a una de las últimas incorporaciones del reciente mercado de fichajes. Bryan Rabello tendrá que ampliar su radio de acción y ajustarse mejor a lo que el entrenador blanquiazul le exige a un mediapunta. «También le pasaba a Culio e incluso a Juan (Domínguez) cuando juega en esa posición. Ahí tienes que ser capaz de ayudar al equipo a crear, a construir fútbol, y si hay que finalizar de llegar a finalizar», analizó el de Castrofeito. «Evidentemente no puedes jugar continuamente de espaldas como si fueras un punta -prosiguió-. A veces quieres romper tanto hacia arriba que desapareces del mediocampo».
El chileno tiene instrucciones para evitarlo: «Hay que tener un poco de tranquilidad y un poco de calma. Si el equipo está construyendo tienes que construir. Es una multitarea a nivel mental que no es fácil de realizar».