«Nunca he sido indolente porque no soy de los que bajan los brazos»

Borja González (Madrid, 1992) cumple al dedillo una de las máximas de todo delantero: su vida deportiva funciona a rachas. Pasa de marcar a pares a sufrir hora y media de banquillo. Pero mientras las jornadas transcurren y la afición debate sobre su rendimiento, él ha proseguido con la labor que inició hace media vuelta en la Nueva Creu Alta hasta consolidarse como el hombre gol blanquiazul. En Córdoba elevó a ocho la cuenta anotadora y le dio tres puntazos a los de Fernando Vázquez.

-Vuelve a medirse al Sabadell. ¿Otros dos goles?

-Eso es lo de menos. Lo importante es que el equipo gane porque lo necesitamos. Si puede ser con mis goles, pues mejor.

-Es el rival contra el que debutó de blanquiazul. Y a lo grande.

-Para mí será algo especial, claro. Pero además, es un partido importante. Venimos de ganar al Córdoba y ahora toca afianzarnos en casa, que lo necesitamos.

-Después de no jugar contra Las Palmas, el otro día tuvo minutos y marcó el gol del triunfo. Ser el pichichi del equipo no le está garantizando un puesto fijo en el once. ¿Qué le falta?

-Las temporadas son muy largas y un delantero siempre va a tener altibajos. Ahora mismo me encuentro bien. El gol del otro día me ayuda a coger confianza. El míster me dice lo que quiere y yo intento hacerlo.

-A veces da la sensación de desaparecer en el césped. ¿Ha podido haber un punto de indolencia en ocasiones?

-Nunca he sido indolente porque no soy de los que bajan los brazos. Siempre he trabajado igual. Hago lo que me piden lo mejor que puedo. Luego las cosas saldrán mejor o peor.

-Quizá por sus características, el que el equipo juegue tan atrás pueda ser una desventaja.

-Ya he dicho que me adapto a lo que pida el míster, aunque sí soy más jugador de área, rematador. Cada uno tenemos nuestras cualidades e intento aprovecharlas.

-Estará feliz por los fichajes. Pasadores con perfil ofensivo.

-Los refuerzos son muy buenos. Nos vendrán bien para llevar el balón arriba y crear ocasiones.

-¿Prefiere un compañero en punta o se defiende mejor solo?

-Siempre me ha gustado jugar con otro compañero arriba. Así es más fácil para presionar y crear ocasiones. Pero lo que el míster decida estará bien. Con uno, dos... Con los que quiera.

-La importancia del equipo queda clara, pero a título individual... ¿Otros ocho goles?

-No doy cifras. Si luego no llegas quedas mal. Aunque suene pesado, lo importante es que el equipo gane. Ascender nos vendría muy bien a todos.

-Usted tuvo una lesión muy grave ¿Cómo vivió lo de Lux?

-Se me pusieron los pelos de punta. Me recordó a Sergio Asenjo, que se rompió el cruzado una semana antes que yo en Gijón y fue la misma jugada. Se me vinieron muchas cosas a la cabeza. Al final, gracias a Dios, no ha sido tan grave.

---

---

---