Llega el momento de Rudy

Xurxo Fernández Fernández
X. Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

La baja de Arizmendi ofrece al luso otra oportunidad de mostrar su valía

05 dic 2013 . Actualizado a las 02:44 h.

El primer once que empleó ayer Fernando Vázquez en el partidillo de entrenamiento era casi calcado al que alistó para jugar el derbi del pasado sábado. La única novedad estaba en el puesto de interior derecho. Un papel que había desempeñado Javier Arizmendi durante los últimos tres partidos. En Abegondo, Rudy suplió al madrileño, que el martes había recaído en sus molestas en el ciático.

El portugués tiene muchas opciones de hacerse un hueco en el equipo inicial del duelo con el Alavés. Disfrutaría así de una nueva oportunidad de demostrar su valía tras haber desaparecido casi por completo de los planes del míster. En los últimos cuatro partidos, la aportación del ex del Círculo de Brujas había sido testimonial, en el mejor de los casos. Nueve minutos contra el Recre y 22 frente al Lugo. Ante el Mallorca y la Ponferradina no llegó a saltar al campo. En el Toralín, el técnico blanquiazul prefirió incluso no agotar los cambios.

Un cambio exigido

El entrenador había sido muy claro con Rudy y le había indicado el cambio que necesitaba ver en él para devolverle la confianza. Ahora, el futbolista podrá demostrarle a Vázquez que ha captado el mensaje enviado a través de la suplencia.

El portugués fue el primer fichaje de esta temporada. Llegó en plena concentración monfortina, pero lo hizo lesionado en un dedo del pie, por culpa de un golpe recibido cuando se ejercitaba en la playa. Pasó casi toda la pretemporada ejercitándose al margen y llegó muy justo al duelo con Las Palmas, en el que solo disputó el último cuarto de hora.

A partir de entonces, fue titular en cuatro partidos consecutivos antes de regresar al banquillo frente al Alcorcón y al Hércules. El primer bajón físico de Arizmendi le abrió de nuevo las puertas del once contra el Mirandés y ahí se mantuvo hasta el choque con el filial del Real Madrid.

Llegado para alternar la banda con el puesto de segunda punta (por el que manifestó predilección), la anarquía de su juego no ha acabado de congeniar con el de un equipo que se caracteriza por el orden táctico. Un rigor que Rudy intenta asimilar con su indiscutible entrega en Abegondo.