Insua aprendió equivocándose

Tito Ramallo

TORRE DE MARATHÓN

11 nov 2013 . Actualizado a las 17:50 h.

Muchas veces me cuesta entender que la gente le ponga una marcha más a las canteras. Que se fíe únicamente de los resultados a corto plazo sin tener en cuenta trayectorias, que es lo verdaderamente importante. Siempre hay que mirar a largo plazo. El caso de Pablo Insua es un ejemplo de ello. En su día, tomamos la determinación de apostar decididamente a pesar de que solo tenía 16 años y el equipo estaba en Segunda División B. Pero que nadie se piense que el proceso fue inmediato. Esa temporada jugó casi todo, más de treinta partidos, y cometió tres o cuatro penaltis, lo expulsaron dos o tres veces... Tenía que aprender equivocándose. Las prisas no son buenas en los jugadores jóvenes y al final el objetivo tiene que ser que lleguen arriba los jugadores. Ayer, sin ir más lejos, pudimos ver en el once a muchos chavales de la cantera. Además de Insua, estaban Laure, Álex, Juan Carlos, Luis y Seoane. Y además tres de ellos (Insua, Juan Carlos y Luis) siendo de los más destacados del partido. Lo de Pablo se veía venir. Y sigue creciendo. Pablo no es la primera vez que marca de estrategia. Es un central que aporta goles. Lo hizo siempre a lo largo de su carrera. Si eso lo puede manifestar en esta categoría su valor puede subir más.

Como jugador, es un futbolista muy completo. Es buenísimo defensivamente pero en ataque también aporta. Tiene un gran talento defensivo. No precisa hacer faltas para imponerse. Va bien de cabeza. Tiene salida de balón. Es rápido. Tiene muchas características para seguir creciendo en el futuro, incluso más allá del Dépor. Pablo es un jugador para llegar y jugar en Primera División.