La plantilla del Deportivo, indignada con los últimos arbitrajes

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

17 sep 2013 . Actualizado a las 17:18 h.

El arbitraje de Vicandi Garrido en El Molinón trajo cola en el vestuario del Dépor. En el centro de las críticas figuró el penalti que allanó el triunfo sportinguista y que las repeticiones de televisión sitúan fuera del área. La acción tiene miga. Luisinho se enzarzó en una discusión con un rival, que le reclamaba que echase el balón fuera para que las asistencias pudiesen atender a un compañero. El Sporting sacó de banda y devolvió la posesión al Dépor, pero le presionó. Insua perdió el balón y este llegó a Isma López, quien corría con el lateral pegado a los talones. Tan cerca que cuando el extremo del Sporting se cayó no se sabe si tropezó o si fue zancadilleado. Pero está claro que el lance se desarrolla antes de entrar en el área. Los deportivistas lo añaden a la lista de agravios que, en su opinión, han sufrido en estas cinco primeras jornadas de Liga: la expulsión de Culio en Las Palmas, la falta a Juan Domínguez en el gol del Córdoba y el penalti a Culio no pitado frente al Murcia, estos dos últimos con peso en el marcador final del partido.

Charla

El cuerpo técnico quiere enfocar esta indignación con la necesidad de que la plantilla, en su mayoría joven e inexperta, aprenda la lección y mantenga la concentración los noventa minutos. Los peores momentos de juego del equipo coruñés, cuando el Sporting amplió la ventaja y zanjó el partido, sucedieron tras las protestas.

Así, en contra de su costumbre, el propio Fernando Vázquez se ocupó de dirigir el entrenamiento de recuperación de los titulares en la sesión inmediatamente posterior al encuentro. Hubo tarea con balón y larga charla final. «Fue diálogo», matizó el técnico al término del entrenamiento. Formó grupo con Álex Bergantiños, Luisinho, Rudy, Culio, Laure y Arizmendi, quien no tardó en marcharse a los vestuarios.

Después del trabajo Laure, capitán deportivista sobre el césped del Molinón, se quejó con dureza de las decisiones arbitrales: «Estamos dolidos, confiamos y deseamos que no sea intencionado, pero estamos teniendo la mala suerte de que siempre se están equivocando en contra de nosotros. Creo que se están cebando».